Al comienzo de la estación, el 21 de junio que dio la bienvenida al verano, en León se pagaba una media de 2,164 euros por el litro de gasolina sin plomo 95 y 2,121 euros por el de gasóleo A. Este fin de semana, el precio del litro de gasolina se situó en León en los 1,737 euros por litro y el de diésel en 1,883 euros.
Así, llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina en León es ahora unos 23 euros y medio más barato que a inicios del verano. Si el 21 de junio suponía un desembolso de 119,02 euros sin bonificación, actualmente el promedio provincial se sitúa claramente por debajo de los 100 euros, concretamente en 95,54 euros también sin aplicar el descuento.
Igualmente ha descendido, aunque en menor medida, el coste por llenar un depósito de diésel. 116,66 euros en los primeros compases de la temporada estival y 103,57 euros al comienzo del fin de semana que acaba de terminar. El ahorro en los surtidores leoneses, por tanto, supera los 13 euros.
Al margen de la bonificación estatal, vigente al comienzo de la estación y ahora, la caída del precio de los combustibles ha provocado que los leoneses paguen aproximadamente 20 euros menos por un 'lleno, por favor'. A estos ahorros habría que sumar los sistemas de puntos, descuentos directos y otras promociones que tienen activas muchas estaciones de servicio y que también se dejan notar a la hora de pagar.
A pesar del descuento estatal de 20 céntimos por litro y de este significativo descenso de los precios de los carburantes a lo largo del verano, después de llegar a máximos en el mes de junio, llenar el depósito continúa siendo sensiblemente más costoso que hace un año. Cuatro euros por encima en el caso de la gasolina y unos 20 euros en el diésel, considerando en ambas comparativas la bonificación que entró en vigor abril y que fue prorrogada para mantenerse, al menos, hasta que termine el ejercicio.
En la evolución de los costes de los carburantes durante el último año se advierte un evidente punto de inflexión: el comienzo de la guerra en Ucrania. La invasión rusa rompió el equilibrio del mercado, disparando los precios y superando ampliamente los 20 céntimos del descuento estatal. En ese tramo inicial del verano, en la provincia de León llegó a ser imposible conseguir un litro de combustible por menos de dos euros.
Una evolución dispar
La gasolina y el diésel han experimentado una evolución dispar desde el comienzo de la guerra, con varios 'sorpassos' de uno a otro. El gasóleo A fue estrechando su distancia con la sin plomo 95 hasta llegar a superar su precio en abril. No obstante, pronto la gasolina volvió a estar por encima. Los cambios de la segunda mitad del verano, con un progresivo descenso de este combustible, hacen que el diésel se sitúe nuevamente más alto en los surtidores.
La gasolina muestra así una tendencia a la baja, leve pero sostenida: unos ocho céntimos menos que hace un mes. Por su parte, el diésel ha bajado unos cinco céntimos desde comienzos de septiembre. Las versiones prémium de estos combustibles más comunes han ido de la mano y la sin plomo 98, ahora al precio del gasóleo A, también se ha visto superada por el diésel plus, que nuevamente y sin el descuento del Gobierno vuelve a rondar los dos euros por litro en las gasolineras de la provincia.
Predecir hasta cuándo durarán estas tendencias es imposible en un contexto de crisis energética como el actual. Del mismo modo, la guerra en Ucrania parece que se seguirá prolongando en el tiempo y, por tanto, condicionando el desembolso que hacen los leoneses en las estaciones de servicio. De esta manera, la esperanza de todos en León es que la evolución de los carburantes de este verano se mantenga también en el otoño para que el precio que marquen los surtidores a final de este 2022 se parezca lo máximo posible al que tenían cuando comenzó el año.