Gradefes busca tendero que reabra "un servicio esencial"

Hace alrededor de medio año que la única tienda de alimentación que abastecía a los pueblos del municipio de Gradefes bajó la trapa definitivamente. Los dueños y propietarios del local alcanzaron la edad de jubilación y dejaron un negocio en el que los vecinos podían encontrar productos básico y que era también el recurso de cercanía para los 19 núcleos de población que forman el Ayuntamiento, que centraliza en la localidad que le da nombre los servicios básicos.

Con esta situación, los que recurrían a esa tienda tienen que desplazarse ahora a comercios cercanos situados en Cistierna, Mansilla de las Mulas, Quintana de Rueda o Puente Villarente. Más difícil lo tienen las personas mayores, una gran parte de la población de esta zona rural leonesa.

Ante esta situación, han sido los propios vecinos los que han pedido una solución al Ayuntamiento, que ha barajado varias opciones para lograr que Gradefes vuelva a tener tienda de alimentación ya que es «un servicio esencial», como defiende el alcalde, Amador Aller. Después de estudiar varias opciones, el Consistorio ha decidido ofrecer al que apueste por emprender en el pueblo el local de las antiguas escuelas, propiedad municipal. El edificio, de algo más de 200 metros cuadrados de superficie, será cedido de forma gratuita y con una renta mínima de diez euros mensuales durante los primeros cinco años, mientras que el arrendador se encargará de realizar algunas reformas necesarias.

«En un ayuntamiento una tienda es básica si queremos que la gente no se vaya», asegura el regidor consciente de que «será complicado» encontrar tendero. También recuerda que existen ayudas de diferentes instituciones o de los grupos de acción local para emprender en el medio rural, por lo que anima a posibles candidatos a dar el paso, incluso «a familias de fuera», porque el negocio puede servir para atraer población a un municipio que, como tantos otros de la provincia, sufre las consecuencias de la despoblación.

«Si cierras un negocio, al final se acaban cerrando todos», lamenta Aller recordando que los que todavía mantienen algún establecimiento en Gradefes se han visto perjudicados por el cierre de la tienda. «Antes venían a comprar de los pueblos de alrededor y paraban en algún bar también, ahora yendo a comprar a otro sitio ya no», asegura. Por eso el Ayuntamiento pone «toda la carne en el asador» para que el municipio recupere un comercio de alimentación cediendo las antiguas escuelas como «última opción», ya que el antiguo supermercado se encontraba en un inmueble de propiedad privada.

Desde que se hiciera público el anuncio ha ido a ver el edificio «mucha gente» y hay personas «interesadas» y «con proyectos serios», por lo que desde el Ayuntamiento esperan con optimismo que Gradefes vuelva a tener una tienda que garantice el abastecimiento de bienes de primera necesidad, otro de los efectos de la sangría demográfica que sufren un buen número de municipios de la provincia.