El proyecto, adjudicado en 700.000 euros, servirá para que la ciudad gane como espacio público el solar anejo a este tramo de la muralla a través de un vial peatonal y una zona ajardinada que van a enlazar la plaza del Espolón con Ramón y Cajal. «Se trata de una gran actuación que va a transformar la ciudad y a darle un valor muy importante desde el punto de vista histórico y patrimonial en una zona que durante muchos años ha estado realmente tapada u oscurecida», ha indicado esta semana el alcalde de León, José Antonio Diez, al supervisar el inicio de las obras.
El proyecto –cofinanciado al 50% por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con cargo al 1,5% Cultural, al 40% con fondos europeos mediante la Estrategia de Desarrollo Sostenible (Edusi) ‘León Norte’ y al 10% por el Ayuntamiento– incluye en primer lugar la demolición de diferentes edificaciones próximas a Ramón y Cajal que ocultan actualmente parte de la muralla y también en la calle Era del Moro, lo que permitirá ensanchar notablemente el acceso al solar, aunque también se prevén aprovechamientos urbanísticos mediante la habilitación de una parcela para la construcción de un edificio de viviendas en este punto.
De forma paralela a los primeros derribos, se están llevando a cabo catas arqueológicas con el objetivo de datar y conocer el estado en el que se encuentra la cimentación de la muralla. Por el momento, se ha encontrado una zona de empedrado que data del siglo XIX y que se correspondería con una cuadra o un tendejón de los que hubo durante mucho tiempo adosados a la muralla. «Hemos localizado una moneda de las antiguas ‘perronas’, que data de 1869 aproximadamente, además de restos de cerámica procedente de Asturias y de Zamora», comentan los responsables arqueológicos del proyecto de la Era del Moro antes de avanzar que el objetivo es profundizar en la cata hasta llegar a las zarpas originales sobre las que está asentada la muralla.
Las obras se centrarán posteriormente en la limpieza de la Era del Moro y la nivelación de los terrenos para poder ejecutar una zona ajardinada que incluye todas las instalaciones necesarias (riego, alumbrado y recogida de aguas pluviales). El vial peatonal será de adoquines. El tratamiento del jardín supondrá la plantación de césped en la zona adyacente a la muralla y la habilitación de una pequeña zona de arbustos y adosada a la trasera de las edificaciones que lindan con el solar, donde también se colocará mobiliario urbano. El nuevo espacio público contará además con puertas en ambos accesos (plaza del Espolón y Ramón y Cajal) para que se puedan cerrar por la noche al igual que ocurre con cualquier otro parque de la ciudad.
Otras actuaciones de futuro
El proyecto para la apertura de la Era del Moro respeta la parte de la edificación que aún pervive del Molino Sidrón, que era una antigua fábrica harinera. A este respecto, se conservan también vestigios del sistema de presas que históricamente permitían la utilización de la energía hidráulica en la ciudad de León. En este sentido, los responsables del Instituto Leonés de Renovación Urbana y Vivienda (Ilruv) confían en que el nuevo jardín pueda regarse con el agua procedente de este canal.En definitiva, con la reurbanización de esta zona se afronta además el reto de conservar y reutilizar el patrimonio histórico industrial de la ciudad que ahora está abandonado. «Más adelante se va a actuar en el Molino Sidrón, que se va a rehabilitar para que albergue la Casa de las Letras Leonesas y un espacio vinculado al emprendimiento como incubadora de pequeños proyectos», ha señalado el alcalde durante su visita a las obras de la Era del Moro.
El objetivo es que la rehabilitación del edificio se licite y se adjudique a lo largo de este año para que se ejecute el que viene. En este caso, La inversión ascenderá a 665.000 euros que se financiarán con fondos de la Edusi y del 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
La superficie a restaurar es de 350 metros cuadrados, repartida en una planta baja y dos superiores. La planta baja estará dedicada a usos culturales, concretamente a hacer realidad la Casa de las Letras Leonesas, mientras que las plantas superiores se destinarán a vivero de empresas relacionadas con el turismo, la cultura y el ocio con el objetivo de impulsar el emprendimiento empresarial en estos sectores entre los más jóvenes.
Cabe destacar que el Molino Sidrón se encuentra medio oculto por una serie de tendejones y construcciones auxiliares, todas ellas en ruina, que serán demolidas para permitir el rescate y restauración del edificio. Entre los elementos originales que se van a rescatar están los arcos de ladrillo bajo los cuales discurría el agua de la presa de San Isidro, que nacía en el río Torío. Los técnicos aseguran que la conversión del molino en un garaje de automóviles a mediados del siglo XX facilitó la conservación de las estructuras originales del complejo harinero.