Calle Santa Ana
Siguiendo los pasos de los peregrinos, ya en la plaza de Santa Ana el cambio se evidencia con los dos edificios de nueva construcción que se alzan a ambos lados de la fuente.
El número 52 de alcalde Miguel Castaño es hoy una promoción de la constructora Hermanos Villoria e Hijos con 20 viviendas, erigidas sobre el espacio de dos antiguas casas abandonadas y derribadas en 2017 que en sus últimos tiempos fueron refugios de colonias de gatos y de palomas.
Justo enfrente — oficialmente Rollo de Santa Ana— la constructora Coesa está inmersa en las obras del moderno Edificio Candelas, un bloque de viviendas de gran calidad sobre un antiguo solar que durante años hizo las veces de improvisado aparcamiento sin asfaltar en un extremo de Reino de León.
Calle Barahona
La regeneración continúa en la calle Barahona y su adyacente Ponce de Minerva, en la antigua judería extramuros. A lo largo de esta calle, promotores, empresarios y comunidades de propietarios han puesto en marcha diversas acciones que contribuyen al ornato de la vía y a regenerar las edificaciones
No obstante, la pandemia ha frenado el desarrollo de algunas iniciativas relacionadas en con el turismo, que se espera que se vayan reactivando conforme se mitigan los efectos de la pandemia. En el escenario ideal, el despegue de estos negocios podría funcionar como dinamizador para devolvera esta calle parte de la actividad comercial perdida, que es visible en los locales cerrados entre medias de algunos establecimientos que logran mantenerse en funcionamiento.
La empresa Construcciones Ugidos ha acometido la reforma integral del número 1 de Ponce de Minerva, un edificio de viviendas de cuatro alturas completamente rehabilitado para ofertar pisos más confortables y sostenibles.
En la misma manzana, la fachada del número 11 de Barahona ha sido recientemente renovada, con la sustitución del revestimiento y el repintado del frente respetando la decoración original con molduras y franjas de ladrillo visto para enmarcar los vanos.
Unos metros más allá, el número 7 ha sufrido una auténtica transformación, no solo por la renovación constructiva, sino por el cambio de la finalidad del inmueble, que ha pasado de edificio de viviendas a bloque de apartamentos turísticos (Lodging City) —a pesar de que el edificio contiguo, el 9 está ocupado por un hostal—.
Cruzando la calle, haciendo esquina con López de Fenar, Construcciones Julián Franco ha cambiado completamente la cara del número 3 con una rehabilitación del inmueble para viviendas de dos y tres dormitorios, con trasteros, y la renovación del local comercial que suma a la farmacia y el taller de automóviles.
Calle Puerta Moneda
Dentro del Casco Histórico, tras cruzar la muralla por Puerta Moneda, la calle del mismo nombre se mantiene, por el momento, ajena a este impulso constructor que recorre el Camino Francés en la provincia. En este tramo se mantiene la tapia que oculta el solar resultante del polémico derribo, tras años de abandono, de la casa en la que nació Félix Gordón Ordás, ilustre veterinario y presidente de la II República España en el exilio. Le siguen tres portales abandonados hasta dar con el bloque de viviendas de la esquina con Hospicio.
Calle Herreros
La parroquia del Mercado se ha convertido en un agente dinamizadora del histórico barrio En la esquina opuesta, el solar que también sirvió como aparcamiento y que provocó críticas de los vecinos por el su mal estado ha sido cerrado y se encuentra en venta, como anuncia el gran cartel que da la bienvenida al tramo de Herreros. Dinamizado por la Iglesia del Mercado, las obras se reparten a ambos lados de la casa del cura, que también ha sido renovada, y ahora se ve flanqueada por las obras de un edificio para viviendas y la nueva sede parroquial, para la que se invertirán alrededor de un millón de euros. Cabe señalar también, las calles que desembocan en estas fachadas, Capilla y Mercado, fueron renovadas en el 2017 como parte de la renovación de la Plaza del Grano.
Calle La Rúa
Del estamento clerical a la nobleza. Cruzando la calle de las Concepcionistas, ya en la calle La Rúa de pleno derecho los pregrinos y los leoneses se encuentran hoy con una de las mayores renovaciones del eje. De la construcción original del palacio de los Valdecarzana y Obregón solo queda la fachada. El interior fue derribado, para volver a ser levantado con las comodidades de este siglo y con destino a albergue turísticocon más de 150 plazas. Las obras avanzan a buen ritmo, tras el parón propio de las catas arqueológicas y de la pandemia, y ya es visible la nueva condición de esta finca señorial.
Del palacio original de los Valdecarzana y Obregón solo queda la fachada tras reconvertirse en albergue La otra gran actuación que se prevé en La Rúa está planificada en el solar que desde hace años contribuye al mal aspecto de la zona. Enfrente de la calle Conde Rebolledo, Lino Casquero Construcciones erigirá un edificio de 30 viviendas con todas las comodidades y local comercial de mil metros cuadrados.Según la constructora, se pondrán a la venta sobre plano al partir del 15 de septiembre. Se trata de un gran proyecto, que contribuirá a regenerar la manzana, ya que este nuevo inmueble también se asoma a la calle Arco de Ánimas. No obstante, La Rúa ya se había reactivado parcialmente con la reconstrucción del número 14, contiguo a este nuevo proyecto y previsiblemente destinado al sector turístico por la empresa Housing León.
Girando hacia la Plaza San Marcelo, en la calle Teatro que desemboca en la plaza de San Marcelo, el número 3 ya fue renovado, ocupado hoy por León Suite Urban Tourist Estudios.
En resumen, diez obras importantes y una rehabilitación de una fachada en menos de 900 metros de Camino de Santiago, que contribuyen a la renovación del parque inmobiliario en la ciudad consolidada, sin consumir nuevos terrenos para su urbanización, y recuperar solares y fincas degradadas con mayor o menor intensidad. También contribuye a crear empleo —tanto directo como indirecto— en el sector de la construcción, uno de los que está mostrando mayor dinamismo tras la crisis del coronavirus, en parte por la canalización hacia él de parte del ahorro embalsado durante la pandemia, y pese a la "subida en pánico" de los precios.