Así lo ha asegurado a este periódico el presidente de Lúpulos de León, SAT, Alberto Martínez, que señala que «el cultivo ha sufrido problemas por el calor, pero sobre todo se ha visto afectado por la falta de riego y eso ha generado un importante mella en el crecimiento del lúpulo». Al respecto, detalla que «si hay más de 30 grados el ciclo de crecimiento del lúpulo se corta y este verano son pocos los días que no se han superado esas temperaturas».
«Si a todo esto le añades que no puedes regar más porque no hay prácticamente agua, pues el lúpulo está condenado a sufrir una mala campaña», añade Martínez. Y es que el gran porcentaje de lupuleros de la provincia leonesa –que cuenta esta campaña con unas 500 hectáreas de cultivo– se concentra especialmente en la zona de la ribera del Órbigo y en el vega del Tuerto y donde dependen del riego del embalse de Villameca –siempre deficitario– pero que este año ha dejado más patentes sus problemas para poder abastecer el riego de todos los agricultores de la zona.
Merma productiva
Ante esta situación, el presidente de Lúpulos de León cree que la cosecha de la actual campaña sufrirá una merma del 30% de su producción, respecto a los 850.000 kilos recolectados durante el pasado 2021. Una pérdida significativa motivada por las olas de calor y la sequía, pero en la que el lúpulo también ha sufrido los estragos de las bajas temperaturas del inicio de mes de junio, así como un poco por los efectos del mildiu en julio, «aunque por los general las enfermedades fúngicas han respetado el cultivo mucho más que otras campañas».
La sequía y el incremento de los costes de producción, obliga a los lupuleros a renegociar el contrato con HopstainerUna más que previsible mala campaña que viene acompañada del incremento de los costes de producción al sector agrícola que tampoco es ajeno a los lupuleros. De hecho, han visto como sus costes han crecido prácticamente el doble con el problema añadido de que tienen pactado por contrato el precio con Hopstainer hasta 2024.
Motivo por el que desde Lúpulos de León creen que es necesario renegociar las condiciones de la venta del producto con la empresa cervecera porque «es inasumible pagar lo que estamos pagando por los fitosanitarios, gasóleo, etc. en comparación con el precio que recibimos por el lúpulo», asevera Martínez.
Pese a ello, León continúa a la cabeza en la producción de lúpulo acumulando más del 90% que se cultiva en España. Asimismo, en torno al 90% también es la variedad Nugget que sigue predominando en la provincia, siendo el 10% restante de las variedades Eureka y Apollo.
En ese sentido, Martínez cree que «el Nugget lleva cultivándose más de 20 años y cada vez es menos productivo y las otras dos nuevas variedades cada vez ofrecen mejores resultados». A la postre, concluye que «si en la provincia de León queremos seguir siendo una potencia en el cultivo del lúpulo, poco a poco tendremos que ir apostando más por las variedades Eureka y Apollo».