El riesgo de contagio por coronavirus hace que cada vez sean más los que limitan sus horas de ocio fuera de casa. De forma paralela, las restricciones impuestas a la hostelería desde que comenzara la pandemia han obligado a reinventarse a más de un negocio para poder llegar a las mesas de sus clientes sin que ellos abandonen su vivienda.
Con estas dos realidades, la crisis sanitaria del Covid-19 ha impulsado el auge de la comida a domicilio y para llevar en la capital leonesa. Cada vez son más las ofertas gastronómicas, al igual que los repartidores se han convertido en parte del paisaje de la ciudad.
El impulso comenzó en pleno confinamiento, cuando los hosteleros se vieron obligados a bajar la trapa de sus locales y tan solo podían continuar trabajando si servían comida a domicilio, el conocido como servicio ‘delivery’. «Hubo un primer momento en el que los restaurantes estaban cerrados y mucha gente se decidió a apuntarse», reconoce Martín Méndez, presidente de Hosteleros de León.
Desde entonces, este tipo de propuestas no han hecho más que crecer. Las cuatro principales plataformas de comida a domicilio trabajan en León. Glovo y Just Eat, las que más tiempo llevan, suman alrededor de sesenta ofertas cada una y ya no solo hay opciones de comida rápida, también se han incorporado restaurantes convencionales que han visto en esta línea de negocio una fórmula a través de la cual aumentar ingresos para compensar la caída de clientes presenciales. Solo la primera, que también realiza repartos de supermercados o farmacias, duplicó su actividad en la ciudad durante la cuarentena. A ellas se suman Deliveroo y Uber Eats, dos aplicaciones que pese a su reciente implantación alcanzan la treintena de negocios hosteleros adheridos.
Plataformas de reparto como Glovo o Just Eat superan el medio centenar de ofertas en la capital A pesar del ‘boom’ y de ser una vía de negocio que «sigue creciendo», el presidente de Hosteleros de León duda de «hasta qué punto» el servicio adomicilio llega a todos los sectores de la restauración. «Para la hostelería tradicional es una vía de negocio, pero no ha sido tan rentable en la mayoría de los casos», asegura. «El problema de trabajar con estas plataformas es el porcentaje que te cobran», explica, que en algunos casos alcanza el 30% de comisión, algo que considera «una pasada» ya que «el margen teórico de beneficio que tiene la hostelería se sitúa en el 25-30%, cuando no es menor», apunta. Por ello, considera que es «complicado» que los pequeños negocios puedan asumir ese coste.
Al margen de estas plataformas, los establecimientos hosteleros más tradicionales sí han apostado por otro servicio que también está en auge, apunta Martín Méndez. Se trata del ‘para llevar’, en el que el cliente tiene que recoger en el local el pedido que previamente realice para transportarlo embalado a casa –o a donde desee– y degustarlo allí. Es el modelo por el que apuestan pequeños negocios como El Negrillón, en el barrio de San Claudio, ejemplifica el presidente de Hosteleros de León. Con menús del día e incluso raciones, estos establecimientos tratan de capear las reducciones de aforo derivadas de la crisis del coronavirus abriendo una nueva línea de venta con la que no dependen de terceros, como en el caso de externalizar el reparto a domicilio en alguna de las plataformas disponibles.
Para la hostelería tradicional es «una vía de negocio» que «va creciendo», pero que «no ha sido tan rentable» En otra línea y también impulsados por el auge de la comida a domicilio, han surgido algunos negocios basados exclusivamente en este tipo de servicios. Es el caso de Kiosko de Pizza y The Carnivan, dos establecimientos que han comenzado a trabajar en León después del confinamiento y no tienen un espacio de restaurante convencional, si no que basan su estrategia en hacer llegar sus productos a casa de sus comensales, ya sea a través del ‘take away’ (palabras en inglés por las que se conoce a la opción para llevar) o del ‘delivery’. Ambos reconocen que desde que abrieron sus puertas la acogida en León está siendo buena y notan que está creciendo la competencia. «La pandemia nos hace que estemos más tiempo en casa, nos cansamos también de cocinar y queremos pedir algo diferente», cree Alicio de las Heras, uno de los impulsores de Kiosko de Pizza, «pero también tiene que ir acompañado de que la gente tenga recursos, porque si estamos en una situación como esta en la que la gente está en su casa, en Erte y sin dinero pues al final tampoco van a poder pedir comida a domicilio», lamenta. Por su parte, Jorge Cadierno (The Carnivan) reconoce que la situación en la que estamos es «ideal» para apostar por el ‘delivery’, porque «la gente no deja de tener un poco de miedo a salir y a estar cerca de otras personas, entonces es normal que se apueste más por pedir a domicilio, que nos lo traigan a casa y no tenemos contactos y es mucho más cómodo», explica.
Negocios como estos dedicados exclusivamente a los servicios ‘delivery’ y ‘take away’ sí apuestan por tener presencia en las plataformas de reparto externas. «El tema de los ‘riders’ nos ha ayudado al sector del domicilio porque nos lo pone más fácil, de primeras no necesitamos crear un equipo de cinco motos, si no que ellos te lo dan. Por ese trabajo te cobran pero bueno, si lo gestionas bien creo que compensa porque es más fácil y puedes llegar a todos los pedidos», explica Alicio.
En la misma línea se muestra Martín Méndez, que asegura que se trata de «otro modelo de negocio» en el que la inversión de acondicionar un local es inferior a la que realiza un hostelero para poner en marcha un restaurante convencional, por lo que «quizás sí que salga más rentable trabajar con estas plataformas», explica.
Lo que sí tiene claro es que estos servicios han llegado para quedarse y «van a seguir creciendo» en León, impulsados también por el empeoramiento de la situación sanitaria.
León se saborea cada vez más desde casa
La crisis sanitaria impulsa el ‘boom’ de la comida para llevar y a domicilio en la capital
02/11/2020
Actualizado a
02/11/2020
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