Los adolescentes beben más en el pueblo que en la ciudad

Un estudio de la ULE sobre consumo de alcohol entre leoneses de 16 a 18 años, en base al análisis de las redes sociales, afirma que nueve de cada diez lo han probado

Víctor S. Vélez
22/03/2021
 Actualizado a 22/03/2021
Enedina Quiroga ha estudiado los patrones de consumo de alcohol en la adolescencia. | L.N.C.
Enedina Quiroga ha estudiado los patrones de consumo de alcohol en la adolescencia. | L.N.C.
¿Hasta qué punto está normalizado el consumo de alcohol entre los adolescentes de León? Enedina Quiroga y otros investigadores del 'Grupo de Investigación Salud, Bienestar, Ingeniería y Sostenibilidad Sociosanitaria' (Salbis) de la Universidad de León (ULE) se han lanzado a la tarea de responder a esta pregunta y, a raíz de una tesis doctoral presentada en el curso 2016/2017, están presentando sus resultados en una serie de publicaciones. La última de ellas, dada a conocer a finales del pasado año, se centra en el análisis triádico de jóvenes de entre 16 y 18 años y en las diferencias del patrón de consumo de bebidas alcohólicas en el medio rural y en el urbano.

De esta manera, el estudio surgido en la ULE pone de manifiesto que hay una "mayor probabilidad" de iniciarse en la bebida antes de cumplir la mayoría de edad en los entornos rurales. Concretamente, un porcentaje del 53,6 por ciento de adolescentes en los pueblos y del 46,4 por ciento en las ciudades son consumidores regulares de alcohol.

Este trabajo de investigación capitaneado por Enedina Quiroga ha tomado como referencia a 200 jóvenes leoneses de entre los 16 y los 18 años de edad, en un elevado porcentaje de la comarca de El Bierzo, para que sus redes sociales fueran monotorizadas con fines de investigación y ver sus patrones de consumo de bebidas alcohólicas en base a criterios psicológicos, matemáticos y antropológicos. "Las triadas en las que nos basamos plantean la combinación de interacciones entre tres sujetos: 'X', 'Y', y 'Z'. Si 'X' bebe con 'Y' e 'Y' bebe con 'Z', 'X' y 'Z' terminarán por conocerse y beber juntos. Estudiamos cómo estos grupos de tres actores se interrelacionaban a través de sus redes sociales", explica la investigadora de la ULE.

Grupos de tres que actuarían dentro de otros más amplios, como toda una clase. "Cuanto más cohesionado estén esos grupos dentro de una clase, más tienden a imitar comportamientos, en este caso el consumo de alcohol", explica Enedina Quiroga sobre el 'principio de hemofilia' en las triadas estudiadas.

Así, en base a este procedimiento, los investigadores de Salbis deducen que las triadas de adolescentes del medio rural son «más propensas» al consumo de alcohol en la adolescencia que las de adolescentes de la ciudad. Una diferencia de siete puntos que rompió parte de los tópicos que preveían. "Antes se pensaba que por vivir en un pueblo no estaban tan en contacto con las drogas sociales, pero estos adolescentes tienen una educación más diseminada, pasando más tiempo fuera de casa, compartiendo el bus con personas de otros cursos y con un control parental más limitado", valora Quiroga.

El fenómeno del botellón


Además de la investigadora principal, 'Estudio de los factores estructurales y los patrones de consumo de alcohol en adolescentes escolarizados' cuenta con la colaboración de José Alberto Benítez, Pilar Marqués, Vicente Martín y Natalia Arias. Todos ellos analizaron también dónde se produce el consumo de bebidas alcohólicas por parte de los jóvenes. En esto también hay diferencias y, mientras en los pueblos optan mayoritariamente por bares y casas particulares, en la ciudad los adolescentes beben más en pubs y en la calle. De este modo, se deduce que el botellón es un fenómeno principalmente urbano y que practican uno de cada tres jóvenes menores de edad de León y Ponferrada.

Los adolescentes rurales beben más en bares y en casas, mientras que los de la ciudad en pubs y en la calle Las investigaciones de Quiroga y del resto del equipo también concluyen que nueve de cada diez jóvenes leoneses de entre 16 y los 18 años, concretamente un 86,7 por ciento, han probado alguna vez el alcohol. Del mismo modo, un 62,4 por ciento de los adolescentes tendría un "consumo problemático según los estándares de riesgo que marca la OMS". "La mayoría no tienen percepción del alcohol como una droga y lo ven como algo más en su vida. Por ejemplo, les preguntamos si sus padres se enfadarían más viéndoles llegar a casa borrachos o si descubrieran una cajetilla de tabaco en su mochila y todos los decían que sería peor que se enterasen de que fumaban", apunta la investigadora de la ULE.

Tipos de amistades


Los jóvenes leoneses beben menos con sus mejores amigos, a menor grado de amistad hay más consumo En la teoría de redes utilizada por los investigadores también se contemplan tres tipos de amistades, "sería algo así como cuánto consideran que una determinada persona en su amigo", que se establecen en bajo, medio y alto. Otro de los resultados del estudio sería que los adolescentes beben más alcohol con aquellas personas de su edad que no son de sus mejores amigos. "Tiene su explicación lógica, un verdadero amigo nunca te dejará llegar a puntos de riesgo y te va a criticar antes. En un nivel más ligero de amistas, los jóvenes quieren ganar popularidad, ser guais y divertidos. Usan el alcohol como una droga social para alcanzar ese estatus", explica Enedina Quiroga a este periódico.

Sobre las bebidas más consumidas por los jóvenes leoneses, en primer lugar aparecería la cerveza seguida de los combinados o cubatas. Los resultados desde estudio se seguirán publicando por partes en la página web del grupo Salbis para ayudar a conocer un poco mejor cómo es el comportamiento de los adolescentes de la provincia en cuanto al consumo de alcohol.
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