«Lo que hemos hecho es el diseño de protocolo para hacer el análisis del Covid-19 con tecnología de secuenciación masiva de ADN», explica Ferrero, que aclara que es el sistema lo que han creado, pero no los propios análisis, puesto que su objetivo es que se puedan aprovechar por los laboratorios u hospitales que quieran desarrollarlos para así acelerar las pruebas a gran escala.
«Nosotros no lo ofrecemos, porque somos un laboratorio en análisis de terreno agrícola, que es nuestro negocio. Pero sí que veíamos que podíamos ayudar, porque nadie se había planteado hacerlo así, era una necesidad real de escalar la capacidad de diagnóstico de la enfermedad», apunta Ferrero, que recuerda que «se había usado para secuenciar el virus, es decir, para conocer el genoma completo del virus y la OMS lo publicó y lo hizo accesible para toda la industria farmacéutica y laboratorios para sacar la vacuna».
Una de las claves es que el equipo que digitaliza el ADN, y por tanto el que se utilizaría para estas pruebas a gran escala, es el MiSeq, que hay 150 en toda España, de ahí que se incrementen las posibilidades para que pueda ser utilizado el sistema de forma rápida.
Pero lo más importante es que este tipo de análisis «no tiene diferencias del resultado» respecto a las PCR habituales, ni tampoco sobre «la cuantificación del virus». «La diferencia está en la escala y en el uso de reactivos», afirma Ferrero. Por un lado, hay que tener en cuenta que con el incremento de las pruebas moleculares también ha crecido de forma considerable los reactivos que se necesitan para ellas, por lo que las compañías que los producen están teniendo problemas para suministrar la demanda.
«Utilizando el diagnóstico de secuenciación masiva, utilizando reactivos para una PCR podemos hacer en vez de una, mil muestras», explica el fundador de Biome Makers, que detalla también la diferencia en los tiempos, ya que «las PCR están en unas cuatro horas y se van a poder realizar entre 30 y 96 muestras máximo». «Pero nosotros en ocho o nueve horas vamos a poder dar resultado de 1.200 en un solo proceso de laboratorio, en un solo ciclo», añade.
«Todo esto tiene interés pero no quizá desde el punto de vista clínico, porque en un hospital entran pacientes pero no de mil en mil, así que una PCR para hacer un diagnóstico clínico es más dinámica y rápida. Pero sí para la desescalada, en el análisis epidemiológico, es decir, en el análisis de la incidencia de la enfermedad a nivel de la población», agrega Ferrero, ya que este análisis masivo «permite analizar a toda la población del hospital diariamente, y empezar a aislar si por ejemplo hay un rebrote en una planta, o también en una ciudad entera», agrega.
Ferrero detalla que lo que posibilita esta idea, que tendría un precio de coste para los interesados, es que mediante una aplicación con la solución del proceso de datos y las enzimas necesarias se reciben los datos y se procesan.
Este sistema ya está validado en sus laboratorios de Valladolid y EEUU, y remitido al Instituto Carlos III y al Centro Nacional de Gripe, que ha contado además con una donación de la Brif de Tabuyo del Monte para sufragar los gastos y contribuir por tanto a la difusión de este sistema de análisis que puede facilitar más si cabe la detección y contención del Sars-COV-2.
Una ‘startup’ con solo cinco años que analiza el suelo para mejorar cultivos
Biome Makers es una compañía biotecnología fundada en Silicon Valley que elabora modelos sobre la funcionalidad del suelo para mejorar su productividad. Nacida en 2015, ha desarrollado una tecnología patentada que integra la secuenciación del ADN y las tecnologías de computación ecológica para descifrar uno de los biomarcadores más complejos, el microbioma del suelo. Su equipo multidisciplinario ha sido ampliamente reconocido y premiado por la industria, por su labor de impulso a la sostenibilidad y su contribución a la regeneración del suelo. Su objetivo es convertirse en la principal plataforma de análisis del suelo, permitiendo la integración de los datos del suelo con otras tecnologías de agricultura de precisión y liderando recomendaciones para la utilización de los productos agrícolas más adecuados.