Esta media de seis partos al día es la más baja de la etapa democrática. Salvo anecdóticos repuntes, la tendencia a la baja de la natalidad en la provincia ha sido inalterable en las últimas décadas.
En los primeros años tras el final de la dictadura las cifras de nacimientos en León se situaban por encima de los 7.000 bebés al año, 5.000 más que en la actualidad. En la serie histórica del INE, el año con una mayor cantidad de partos fue 1976, cuando se llegaron a contabilizar 7.349 nuevos leoneses que vinieron al mundo.
La crisis económica de 2008 frustró las esperanzas de un cambio de tendencia en la natalidad de la provincia A comienzos de la década de los años ochenta se contabilizaban el triple de bebés leoneses que ahora. No obstante, la caída de la natalidad aceleró el ritmo en esta época: si en 1980 nacieron 6.697 niños y niñas, en 1985 lo hicieron 5.513 y en 1990 las cifras bajaron hasta los 4.147.
De este modo, en tan solo una década, en León pasaron a nacer 2.500 bebés menos. En los más de 30 años que han transcurrido desde entonces, a pesar de consolidarse la crisis demográfica en la provincia, no se ha registrado una caída tan pronunciada de la natalidad.
La situación se fue estabilizando en los noventa, especialmente en su segunda mitad. La natalidad en territorio leonés se estabilizó en aquellos años en torno a los 3.300 partos al año. No obstante, esta media supone el nacimiento de tres bebés más cada día que ahora.
León comenzó el siglo con unos 3.200 nacimientos cada año. En esta primera década del nuevo milenio se pudo apreciar incluso un ligero cambio de tendencia y la provincia llegó a acumular varios ejercicios con la natalidad al alza. Así, en los compases iniciales de la crisis económica volvían a nacer algo más de 3.500 bebés en la provincia.
Desde aquel 2008 de infausto recuerdo para una gran parte de sectores productivos, se inició una racha de más de una década acumulando descensos en las estadísticas de natalidad en la provincia. De hecho, el único repunte que se ha producido desde entonces llegó en 2021, en el segundo año que toda la sociedad estuvo condicionada por la pandemia del coronavirus.
La barrera de los 3.000 nacimientos se perdió en 2016 y, con los 2.195 bebés contabilizados por el INE a lo largo de 2022, parece muy lejano el objetivo de volver a superarla. Incluso, de persistir esta tendencia a la baja, en unos años podrían nacer en León menos de 2.000 niños y niñas al año.
¿Cambio de tendencia en 2030?
De hecho, este es el mínimo que estima el INE en sus proyecciones de población. Concretamente, 2.024 nacimientos para 2030. Desde entonces, las previsiones apuntan a un cambio de tendencia y, aunque de manera lenta, el número de bebés por año iría creciendo en la primera mitad de esa década.
Las predicciones del INE apuntan a que el número de nacimientos continuará bajando toda la década Igualmente, las predicciones del INE estiman que la tasa bruta de natalidad de la provincia de León seguirá cayendo hasta 2028. Para entonces, habrá 4,65 nacimientos por cada millar de habitantes. A partir de ese año la tendencia de esta variable en territorio leonés comienza a crecer y para el 2036 volvería a situarse en niveles similares a los de la actualidad.
Aunque de manera ligera, las predicciones del INE respecto a la natalidad también apuntan a que la media de edad a la que las leonesas son madres irá bajando en la próxima década. De confirmarse, esto podría favorecer también ese posible cambio de tendencia.
Por el momento, aunque aferrándose a esas esperanzas, la natalidad leonesa continúa inmersa en su larga crisis. La correlación entre chupetes y futuro parece estrecha y, por tanto, la demografía de la provincia mira a los paritorios.