El incremento de pacientes en el Complejo Asistencial Universitario de León por culpa del Covid-19 se ha ido acelerando de forma considerable en los últimos dos meses. De hecho, su director médico, Juan Ortiz de Saracho, apuntaba en este periódico que se iba doblando cada 15 días. Y aunque algunos de estos pacientes se deben a contagios que se han producido desde finales del verano en buena parte de la provincia, el origen de muchos de ellos es claro: los centros de mayores. Así lo corrobora el gerente de Atención Primaria del Área de Salud de León, José Pedro Fernández, quien destaca que «si se controlan las residencias, se puede avanzar mucho ante el virus».
Una de las claves para entender cómo se actúa en los centros de mayores es que en el momento en el que se conoce un positivo, ya sea entre la plantilla de profesionales que trabajan allí o entre los propios residentes, se active el protocolo para aislar y realizar pruebas. Por eso, si se tarda más en saber, más tiempo transcurrirá desde que se analiza el caso detectado y se obtiene el resultado hasta que sanitarios de Atención Primaria efectúan todas las PCR a los posibles contactos estrechos.
«En verano estaba todo limpio», rememora Fernández Vázquez, cuyo equipo hacía una media de 200 o 300 PCR entre las residencias del Área de Salud de León para confirmar que no había problema en ninguna. Pero a mediados de septiembre se empezó a complicar la situación con la aparición de algunos positivos en diferentes residencias de la provincia, después de unos meses de estío en el que se iban confirmando casos a cuentagotas fuera de ellas, la mayoría provenientes de fuera.
A mediados de septiembre, también coincidiendo con la apertura de los colegios y de la Universidad, los contagios se empezaron a incrementar en toda la provincia, y con ellos los brotes en las residencias de mayores. Las dos primeras afectadas fueron las de Fresno de la Vega y Villamañán, a finales de septiembre, concretamente los días 23 y 24 de septiembre. Después llegarían en Benavides de Órbigo, Sanfelismo, Santa María del Páramo, Villar de Mazarife y Eras de Renueva.
De esta forma, si se atiende a los casos que había antes de estos brotes en el Hospital de León y los que se empezaron a registrar los siguientes días, se confirma cómo se fueron incrementando los hospitalizados una vez que se desarrollaba la enfermedad en las residencias de mayores afectadas.
Así, el 20 de septiembre había 45 pacientes en el Complejo, con cuatro en la UCI, y se había producido un fallecimiento y siete casos nuevos. Siete días después, justo tras declararse los dos primeros brotes en las residencias, ya había diez personas en la UCI y se habían producido aquel día dos fallecimientos. Pero el salto de pacientes se aprecia una semana después, el 4 de octubre, cuando hay 108 enfermos de Covid-19 en planta y once en la UCI, con tres fallecidos y dos altas ese mismo día.
Para contextualizar las siguientes jornadas, hay que tener en cuenta que el brote de la residencia de Villar de Mazarife es el día 3, en la de Eras y en la de Sanfelismo es el 8 y en la de Benavides de Órbigo y Santa María del Páramo es el día 9 de octubre.
El 11 de del mismo mes siguen aumentando los ingresos, 17 aquel día, y son ya 161 los pacientes en planta y 13 en la UCI. Justo la semana siguiente son 238 los que están en planta y 24 en la UCI, después de que se sumaran 26 hospitalizados en la jornada de ese 19 de octubre. Ese día fueron cinco los fallecidos, todos ellos de cerca de 90 años.
A partir de esa fecha, los ingresados se estabilizan, puesto que ya ha llegado el impacto de los brotes en las residencias, de ahí que el día 21 haya 234 pacientes en planta y 24 en la UCi; el día 22 hay 225 y 24; el día 23 son 230 y 23.
En todas estas residencias se van produciendo positivos, variando entre la primera vez que los equipos de Primaria realizan las primeras pruebas, hasta que en las sucesivas repeticiones van detectando más contagios, llegando incluso a afectar a buena parte de los centros, incluidos sus profesionales. En Villar de Mazarife llegan a estar contagiados 95 residentes y 30 trabajadores, mientras que en la de Eras son 22 y cinco respectivamente, 48 y 21 en Villamañán, 64 y 13 en Sanfelismo; todos los residentes de Benavides de Órbigo; y 31 y 7 en Santa María del Páramo.
Ahora queda por ver la repercusión de los brotes detectados en Santa Luisa y Virgen del Camino.
"Si se controlan las residencias, se puede avanzar ante el virus"
Los casos detectados en los centros de mayores en septiembre tuvieron su repercusión directa en ingresos y fallecidos entre 10 y 15 días después
03/11/2020
Actualizado a
03/11/2020
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