El hecho de que se aborde a final de curso provoca que, en ocasiones, no se estudie en profundidad Mediante cuestionarios aplicados a 368 jóvenes, Díez Gutiérrez aporta en su investigación datos como que solo en un 29,3 por ciento de las clases relacionadas con la Guerra Civil y la dictadura de Francisco Franco se abordaron la existencia de cuentas y fosas de víctimas. De la misma manera, 'La memoria histórica en la escuela' analiza "temas tabú" como el papel de la jerarquía eclesiástica en ciertos ámbitos del régimen o el expolio de bienes del bando republicano.
A veces, el hecho de que estos contenidos sean estudiados a final del curso provoca que no sean abordados al detalle. "'El temario es tan extenso que no da tiempo'; 'hay que preparar la selectividad y no da tiempo a todo'... Son frases que se repitieron en los grupos de discusión y que confirman ese 38 por ciento de encuestados que afirmaba que se abordaron estos temas por encima", señala Díez Gutiérrez en este estudio sobre la memoria histórica en el ámbito educativo.
Aunque señala a Castilla y León como ejemplo por su normativa, denuncia la "desidia" en su aplicación Para el autor, todavía queda un amplio margen de mejora a la hora de tratar la Guerra Civil y el franquismo en las clases y en los libros de texto. En este sentido, el profesor de la ULE considera en su trabajo que "aunque tienden a presentarse desde una visión supuestamente neutral y aséptica, realmente encubren graves silencios y ocultamientos deliberados" y, más concretamente, echa en falta la presencia de más información sobre la lucha antifranquista. De este modo, el estudio aboga por desterrar la "equidistancia" en el aula ya que contribuye a una "desmemoria que se ha asentado en el imaginario colectivo y que no parece que el ámbito escolar haya contribuido a analizar críticamente". "Se hace más necesario que nunca recuperar la memoria histórica como base de la ciudadanía democrática, pues esta recuperación afirma la calidad de la democracia y es una inversión de futuro para las nuevas generaciones. Sin conocimiento no hay memoria histórica, no hay verdad, justicia, ni reparación posible", concluye Díez Gutiérrez en su trabajo.
En las aulas leonesas
A pesar de ello, a lo largo de este estudio elaborado en la ULE sí que se presenta a Castilla y León como una de las pocas comunidades autónomas que han desplegado "normativas que exigen la introducción de la memoria histórica en el currículum escolar de una forma más firme y decidida" y que, por tanto, sí que estaría llegando a las aulas leonesas. Sin embargo, Díez Gutiérrez matiza en su texto que las instituciones autonómicas estarían cayendo en una "desidia intencionada". A este respecto, el investigador pone como ejemplo el Decreto de la Memoria Histórica y Democrática de Castilla y León, de 2018, que "promueve declaraciones políticamente correctas pero que no se plasman en medidas efectivas".
Hechos como que siete de cada diez clases de Historia no aborden la existencia de fosas y cunetas con víctimas del franquismo no pasan desapercibidos para la juventud que, según este estudio, reclama más contenidos. De este modo, el 91,3 por ciento de ellos piden un mayor desarrollo de esta temática en sus clases. Quieren conocer su historia... para no repetirla.