María Muñiz y Ana de Guzmán, y Guiomar y Beatriz de Tineo formaron la comunidad inicial del monasterio de la Concepción de Ponferrada; las dos primeras, monjas concepcionistas del convento de León, y las dos últimas, aspirantes y sobrinas de Álvaro Pérez Osorio y Laziana, fundador en 1524 del cenobio junto a su primera esposa, Brianda Bernardo de Quirós y Cabeza de Vaca. Así lo recoge José Diego Rodríguez Cubero en su libro sobre el monasterio. La casa cedida para la fundación, con su huerta, es la parte del convento actual que mira hacia el río Sil; la misma en la que se encontraba una capilla dedicada a san Sebastián, en donde el Ayuntamiento tenía asentada su cofradía bajo la advocación de este santo.
El propio fundador sufragó la ampliación de la capilla. Falleció con la obra ya terminada, pero con el retablo aún por construir, que su segunda esposa –Mayor de Baamonde, señora de Láncara– encargaría en 1559 a Nicolás de Brujas y Lucas Formente, vecinos respectivamente de las cercanas localidades de Los Barrios de las Salas y de Villafranca del Bierzo.
Si tienes ocasión, acércate y visita su capilla, a la que se accede por la calle Flórez Osorio, en cuyo retablo se encuentran cuatro imágenes –una Inmaculada Concepción, encuadrada en la escuela de Gaspar Becerra; un Sagrado Corazón de Jesús; un pequeño Crucificado sobre el sagrario; y santa Beatriz de Silva, fundadora de la orden de la Inmaculada Concepción, las Concepcionistas, en 1484–, y en la que destacan sus artesonados, de tradición mudéjar. Se celebra diariamente la eucaristía; y, precisamente para las misas de diario –no así para las de los domingos–, a las que acude poca gente, se ha dispuesto en la parte de atrás un altar y media docena de bancos.
Quinientos años ha cumplido en 2024 el monasterio de la Purísima Concepción, emplazado en la zona alta de Ponferrada, al lado mismo de la emblemática Torre del Reloj. En él viven hoy once monjas y una aspirante que, día a día, continúan ‘escribiendo’ su historia…