Cristina Vega 2

A la vejez, dignidad

31/01/2023
 Actualizado a 31/01/2023
Guardar
Los mayores piensan que ya no sirven, que son un estorbo. Se quejan de que ya nada es como antes, llenos de melancolía. Y en esto último tienen razón.

Cuando nacieron, el mundo funcionaba de un modo muy diferente al actual. Cuidaron de sus padres, sudaron la gota gorda, criaron a sus hijos y salieron adelante. Algunos, incluso, se ocuparon de sus nietos.

Ahora avanza inexorable el otoño de su existencia. Y muchos de ellos, después de haber entregado todo, carecen de apoyo y de compañía en esta etapa. Y es que el ritmo de la sociedad de hoy no nos da un respiro. Nos impulsa a ceñirnos a unos horarios estrictos que nos ahogan y a trabajos precarios que nos queman y nos mantienen en una continua incertidumbre. Esto nos permite comer, pagar los recibos, una hipoteca o mantener un coche. Más o menos. Si hay niños en casa, el reto se plantea casi como una misión imposible. Todo esto mientras intentamos no descuidar nuestras relaciones sociales y nuestros compromisos. Una locura.

Desde luego, vivimos en otros tiempos. A mi entender no son mejores ni peores, solo diferentes. Los cambios son algo natural. Pero apenas nos queda tiempo para dedicar a esas personas entregadas y amorosas que nos dieron la vida.

Hay ciertas cosas que no son capaces de asimilar, se sienten confundidos y excluidos. Con su silencio y resignación reclaman a gritos atención y paciencia.

Oigo con tristeza y vergüenza los casos de maltrato a ancianos en residencias, o por parte de familiares o cuidadores. Qué aberración. Se han ganado el derecho a unos cuidados dignos que, al menos, satisfagan sus necesidades básicas.

Sus cuerpos frágiles requieren dedicación, cariño. Y encierran ternura, experiencia y sabiduría a raudales. Pienso que tienen mucho que ofrecer, hay que escucharlos más. Debemos protegerlos. Para bien o para mal, somos quienes somos gracias a ellos. La fortaleza que siempre han demostrado y los sacrificios que han hecho merecen el más profundo de los respetos.
Lo más leído