La perforación de los túneles del AVE entre León y Asturias pinchó los depósitos freáticos de un amplio espacio de la alta montaña leonesa del Bernesga. El resultado de ese error de la ingeniería, provocado por la precipitación de algunos políticos, a fin de terminar esa obra, fue la inundación de los dos tubos nuevos del ferrocarril. Para tratar el problema y concentrar la evacuación del agua, se encauzó el torrente hacia uno de los dos conductos, liberando de esa eventualidad el otro. La masa de agua trasvasada anualmente desde León hacia Asturias equivale a la mitad del embalse de Villameca: 10 Hms cúbicos.
El coste político de este fiasco se ha diluido. El impacto económico es asumido por los habitantes de los pueblos afectados, por los ganaderos de la zona y por instituciones locales. No hay apenas agua en ese área. Se está manteniendo el suministro mediante camiones cisterna, cuando escasea. Adif tiene que dar una solución técnica y económica a esta grave lesión del territorio con un objetivo: que el agua vuelva a generarse con recursos ubicados en el propio lugar. Es una cuestión de pura sostenibilidad. El suministro mediante cisternas puede ser una solución transitoria, pero nunca definitiva.
Existen medios técnicos para generar agua localmente. Requieren energía, pero con las fotovoltaica y eólica se puede disponer de una fuente inagotable de bajo impacto ambiental. El agua se encuentra en el aire, en forma de vapor, en toda la montaña leonesa y en buena proporción. Se requiere condensarla mediante el frío, como sucede dentro de las nubes de lluvia. La solución ya existe a nivel industrial, pero alguien tiene que pagar por su instauración en estos pueblos.Existen generadores de agua atmosféricos capaces de producir hasta cinco metros cúbicos de agua potable –5.000 litros– al día. Esta puede ser la solución que Adif deba afrontar en cada pueblo afectado, junto con los equipos de generación energética que cubran su consumo continuo y los encauzamientos necesarios para el aprovechamiento del líquido.
Por su lado, los pueblos no debieran seguir quejándose por la falta de agua sin más, pues esa dinámica no aportó solución alguna hasta ahora. Los 10 Hms cúbicos de agua que se van a Asturias no parece que vayan a volver. No existe una solución técnica económicamente asumible que lo permita y que devuelva a los pueblos esa agua. En consecuencia, hay que proponer soluciones alternativas, como ésta.
Tal actitud no convierte en innecesario quejarse cuando hay un problema. Es imprescindible hacerse oír, como también es recomendable proponer la alternativa. La Autonomía para León otro buen ejemplo.
Adif, agua y túneles del ave
11/05/2023
Actualizado a
11/05/2023
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