Agencia Espacial Marciana

Es lo que tiene ser familia numerosa. Padre y madre no pueden contentar a todos por igual. Cuando hay que decantarse sólo por uno de los vástagos es cuando se dejan entrever algunas preferencias. Es imposible contentar a todos en ciertas situaciones y es ahí cuando existen dos opciones. Señalar con el dedo al elegido, sabiendo que al resto no les va a parecer bien, o no elegir a ninguno aunque esto suponga que al final nadie salga beneficiado. Ya saben, mal de muchos, consuelo de tontos.

Eso es precisamente lo que han pensado desde la Junta de Castilla y León cuando al presentar las ciudades castellano y leonesas que quieren optar a la sede de la Agencia Espacial Española, se han olvidado curiosamente de no poner su orden de preferencia entre las candidaturas, como se indicaba en las normas publicadas en el BOE para tramitar esta solicitud. Ser tantos hijos conlleva a momentos incómodos como éste. En esta ocasión padre y madre han decidido que como supuestamente quieren a todos los hijos por igual, prefieren dejar la decisión en manos de la justicia espacial que mora en Moncloa. Esta actitud no sería reprochable si padre y madre siempre hicieran lo mismo, pero chirría un poco, por decirlo finamente, cuando para otras decisiones no les importa que el hijo más pequeño o el menos agraciado se quede sin un trozo de tarta en beneficio de otro hermano.

Será porque estamos hablando del espacio, pero al escuchar las declaraciones de los astronautas de la política no sé si el extraterrestre soy yo o los que viven en otro planeta son ellos. Mires al punto cardinal ideológico que mires, sólo te encuentras con declaraciones tan vacías y tergiversadas de los hechos, que lo mejor que podría pasar es que fueran engullidas por un agujero negro y así dejen de humillar al intelecto. Ya lo dije hace unas semanas y me reafirmo, la decisión que tomen finalmente desde el Gobierno no responderá a criterios técnicos, sino a cuestiones de pura estrategia política. Hasta es posible que la decisión ya esté tomada.

Es kafkiano escuchar a políticos del terruño leonés que comparten siglas con padre y madre dirigir el dedo inquisidor hacia el Gobierno, cuando ni ellos mismos han exigido a sus progenitores autonómicos que se decanten por el hijo leonés. Asimismo, es igual de kafkiano escuchar a políticos del partido cuyo líder será el encargado de tomar la decisión final criticar a padre y madre, cuando de quien depende que León sea o no sede de la Agencia Espacial Española es exclusivamente del astronauta Sánchez. Como para no sentirse marciano a pesar de vivir en la Cuna del Parlamentarismo terráqueo.