En los cerca de 15 años que llevo siguiendo desde dentro la actualidad deportiva, nunca en toda mi vida había vivido una falta de actividad en deportes como la actual en la Diputación de León. Llevan 7 meses y a nivel de medios es como si no existieran.
Ojo, no tiene por qué ser algo malo. Lo importante es que trabajes y hagas cosas, no que las vendas, que también hemos vivido el extremo contrario en las instituciones leonesas, el convocar para cualquier cosa y conseguir que al final no vaya nadie a casi ninguna (el Ayuntamiento es ahora mismo un ejemplo de cómo manejar este tema encontrando el equilibrio, que parece que sólo se dice lo malo).
Pero es que en este caso es el fiel reflejo de lo que está siendo el área de Deportes de la Diputación. Estando en un cargo político, es imposible contentar a todo el mundo. Los recursos son limitados y todo el mundo nos creemos que lo nuestro es lo más importante, así que por bien que gestiones va a ser así. Ahora, lo que me parece igual de complicado, es que todo aquel con el que hables te eche ahora mismo pestes de ellos.
Lo del Ademar, pues ahí sigue, sin visos de arreglarse a corto plazo, y sin que deje muchas esperanzas el haber vivido una de las ruedas de prensa más bochornosas que recuerdo, cuando a Patricia Martínez no le quedó más remedio que responder al aparecer en otro evento y acabó contradiciéndose y dejando claro que no tenía ni idea de lo que estaba hablando. Vamos, que no sabías si estaba hablando la diputada de Deportes o una persona de Guadalajara a la que hubieras encontrado por la calle y se hubiese sentado en esa mesa. A ver, si no es para tanto, sólo es uno de los equipos emblema de la provincia y con quien tienes una deuda.
Pero la lucha, cabreada. Los autóctonos, también. Otros clubes, pensando en unirse para reclamar. Y no es sólo la élite, que a mí me parece muy importante pero habrá quien le dé igual, es que el desastre llega al deporte escolar, que parece que por fin empezará en abril, con cinco meses de retraso y a dos de acabar las clases. Genial. Y no me valen las excusas tras tanto tiempo: encuentra soluciones, que otros también tendrían problemas y los resolvieron, no deja de ir la responsabilidad en el cargo, que muy bien cobras en él.
Es que no se salva nada de lo hecho en el mandato. ¿Hay alguien al volante en la Diputación para darse cuenta?