Jorge Brugos

Alvise y Courel: Aburguesamiento y acomodo

21/10/2024
 Actualizado a 21/10/2024
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Alvise Pérez fue identificado por la Guardia Civil en una casa rural de Madrid tras una orden de arresto emitida por un juzgado de León por presuntas calumnias contra Javier Cendón, y el eurodiputado se zafó de la detención proclamando que era eurodiputado. Gerardo Álvarez Courel haciendo gala del en ocasiones sincericidio cazurro ha dicho a colación de unas declaraciones de Luis Tudanca que algunos parecen estar apoltronados cómodamente en la oposición. 

Estas dos noticias se entienden mejor juntas. Ambas ponen de manifiesto un hecho acuciante en muchos que dan el salto a la política: los efectos secundarios del poder. Hay a quienes les sienta muy mal tener una mínima responsabilidad, les genera una especie de síndrome disuasorio de la realidad. Seduce artificialmente a los que ostentan un cargo con la patente de corso de los privilegios sobre los demás; no sé si se acordarán de cuando la ex diputada rasa de Podemos Victoria Rosell quiso saltarse un control en un aeropuerto alegando que era miembro de la cámara baja. Menos mal que no era ministra, sino hubiese pedido cerrar la T-4 sólo para ella… Con la réplica dignísima de Alvise Pérez a Rosell se pone de manifiesto que nadie está libre del pecado del aburguesamiento del poder. Facultad falsa que va mermando sus competencias a ojos de los mortales según uno se va adentrando en las entrañas de las instituciones y se da cuenta que un diputado de tercera fila manda menos que un presidente de una comunidad de vecinos. Sin embargo, nada ahuyenta esos amagos de lobos solitarios autosuficientes con su propia vanidad. 

Impunidad que es de donde nace la procrastinación que comenta Courel, y que vimos patente cuando los diputados de Vox y PP apoyaron en el Congreso una normativa con la que estaban en contra. Acomodo que es humano, natural de unos funcionarios ,sean políticos o no, que ven cómo les sigue cayendo el sueldo aunque un día no trabajen; se esmerarán al principio, pero muchos se conformarán con cumplir el expediente a sabiendas de que en realidad nadie les pedirá cuentas.         

 

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