Múltiples y variadasson las posibles formas para dar comienzo a estas líneas llamadas frío, día internacional de la mujer mal tratada, repunte tremendo de la pandemia en Alemania y Portugal, no tanto en España, aniversario de la muerte de Diego Armando Maradona, ‘Un hombre demasiado grande’ pese a su mermada estatura, quien atrapaba hasta el paroxismo, pero… No obstante me inclino –cada una hace lo que puede, a veces lo que pretende– por la que da título a la columna presente.
Ojalá nadie desoiga o nopreste atención a las palabras con las cuales comienza este escrito que nos retrotrae a la hilarante y coral película de José Luis Cuerda, a sus palabras tan girantes comoaccesibles las cuales exitosamente ocupan un vacío mientras cuentan a aquellos que han amado un montón que las mismas son indicativas, siempre indicativas, como mínimo de que una está viva y coleando cualquier lunes o martes o miércoles completamente azul u otoñal, que con gran despereza ha comenzado a anticiparnos el invierno para el que debemos prepararnos a conciencia, que no será porque no nos lo adviertan todos los canales informativosincluido el calendario zaragozano, siempre tan cercano y fiable al corazón de los hombres que auscultan el cielo y la tierra con mirada detallosa habiendo muchos que sueñan con las pistas de esquí y los grandes hoteles en plena montaña nevaday ya le anunciansitio en su coche alado pero que tan espeso como el silencio que se corta con un acerado cuchillo y con toda rapidez alimentan la prisa.
Mientras , resiste la brisa y retiene enderezado el rocío previo a la blancura de la nieve en los oteros y la dureza de la yerba en los prados sin desdecir los arbustos negros endulzando los labios, digamos los arbustos de dulce sabor negro en los labios de los pueblos abandonados, vaciados tan rebuscados en eta prolongada épocapandémica, cada vez a menos, tal como señalan las estadísticas, peor, ojo, que no hay que dormirse en los laureles.
Amanece, que no es poco. ¡ Y tanto que no es poco! Pues toda alborada es indicativa e hirvientemente vitalsi somos capaces de sentirla con algún sentido. No importa el número. Incluso, pormomentos, pienso, que no sería ningún dislate creer que a quienes yo amo y digo amanecen ,que no es poco, imponiendo sus benditas manos protectoras sobre mí,
Digo, casi al fin, momentáneode miescrito porque aquí el silencio, en la actualidad más reciente es enorme, pesa y se corta concuchillo o afilada navaja o triste daga, según muycabreado e indignado nos comenta el compañero FulgencioFernández, ‘Ful’, desde las páginas de LNC quien arremete certeramente contra aquellos que tienen los diversos gobiernos y el periodista de lales personajes, simpáticos en general, voluntariosos , pioneros, más bien habitantes de la ruralía regresados o rematados en modestiacaenen mi mente con gran frecuencia. Entoncesse me posa la antigua venta estratégica o herrería de Serviz,propia para escribir un cuento de hadas bercianas allá por la Veiga de Cima o Cireixido, que igual me animo y ahí me tenéis con papel y boli en ristre. Dicha casa hoy ha soltado ventanas y puertas más algunas escaleras yya nadie sale al balcón. Tampoco el abuelo, trasladado a Barjas a una casa del ayuntamiento donde acabó sus días.
En dual asombro reconozco el valor de lo óptimo: Amanece, que no es poco.
«En destrucción de patrimonio, sí,vamos a 1000. Sí, con qué velocidades León».
Lo has escrito Fulgencio. Comparto.
Amanece, que no es poco
26/11/2021
Actualizado a
26/11/2021
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