05/02/2025
 Actualizado a 05/02/2025
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Ya llegó febrero y con él, la impetuosa necesidad de recordar el amor. No hablo del típico romance de película, sino de un cariño que va mas allá, que evoca a la pasión. 

San Valentín, se ha convertido en una fiesta para consumir, pero no para recordar que el amor puede mutar y evolucionar.

Desde mi opinión, creo que debería ser un día para valorar las diferentes formas de amar, de querer o de decir “te quiero”, aunque sé que está muy bien que se regalen rosas o detalles románticos, se está perdiendo la esencia de lo que realmente significa ese día. 

El poder amar y ser amados, aún sigue siendo un privilegio en algunos países, ya que, no existe una igualdad social hacia el colectivo lgtbiq+, pero no vengo a juzgar eso.

Simplemente, ha llegado este segundo mes del año, un 2025 que comienza con mucho engaño y sufrimiento. Por desgracia, no se puede cambiar lo malo que sucede alrededor del mundo, pero sí que se puede intentar agradecer y disfrutar de un mes tranquilo y sin remordimientos. 

Para mí, este mes es un aprendizaje hacia el amor propio, que por desgracia, aún escasea en la sociedad; un recordatorio de que se debe valorar el día a día, ya que muchas veces se vive en el futuro.

A mí me pasa constantemente. 

Sin embargo, esto puede suponer olvidar el ahora y de esa manera a quienes lo componen.

Febrero es el mes del amor y me gustaría que se terminara con menos asesinatos, guerras, intentos de suicidio y en definitiva, dolor.

Además, dedico este artículo a mis seres queridos y amigos, porque nunca se sabe cuándo dejaré de escribir o cuánto tiempo pertenecerán en mi vida.

Este mes, la ciudad de León brillará con su magnífica catedral y será un hogar para los que convivimos en ella, dónde se compartirán momentos bonitos, ya sea en soledad, con familia, amigos o en pareja.

Las ciudades siempre resguardan trozos de nuestra memoria y se conforman con las vivencias de las personas que están en ellas creciendo. 

Y precisamente, en nuestra amada ciudad leonesa, tenemos el resguardo del arte, la poesía o la música, surcando el cielo de esta tierra. 

Por el momento, algunos formamos parte de León, pero el futuro es un canal incierto, sin espoiler que pueda contar que será de León y sus recovecos. 

Mientras tanto, que se disfrute el presente, como se suele decir, este es un regalo que poco se valora, por la falsa necesidad de comprar con dinero una felicidad que nace del interior de cada ser humano. 

Feliz San Valentín a cada persona y feliz mes. Espero que el amor continue en el aire.

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