Claudia Cendón de la Mata

El amor romántico (parte I)

18/02/2024
 Actualizado a 18/02/2024
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El pasado 14 de febrero, se celebró el Día de San Valentín o Día de los Enamorados. Los escaparates de multitud de tiendas se llenaron de corazones y de figuras románticas, y las bandejas de entrada de correo electrónico se llenaron de mensajes con ofertas, descuentos y promociones para celebrar el amor. Al mismo tiempo, los ramos de flores proliferaron en las calles, en las casas, e incluso en los teléfonos móviles, mostrándose así también en su versión más digital. 

Con motivo de dicha fecha tan señalada, hoy quiero escribir acerca del amor romántico. Como es un tema tan extenso y en el que hay tanto que analizar, lo voy a dividir entre este artículo y el siguiente. En esta primera parte, voy a tratar de aclarar las ideas más básicas, y en la segunda, profundizaré un poco más en determinadas cuestiones que considero sumamente relevantes desde el punto de vista psicológico. Y una vez dicho todo esto, comencemos. 

¿Qué es el amor romántico? Esta es la primera pregunta que puede surgir en relación a este tema. Y tratando de responder a esto, lo cierto es que este término, en muchas ocasiones, puede generar un poco de confusión, ya que es posible que parezca que se refiere al amor que existe, de forma general, en todas las parejas. Pero realmente no es así. El concepto de «amor romántico», hace referencia a un modelo específico de amor, basado en algunos elementos como el sacrificio, la entrega, e incluso la sumisión. Este modelo, defiende la idea de que «el amor todo lo puede» y de que los problemas que haya dentro de la pareja no importan, porque el amor es mucho más fuerte que estos. 

La creencia en la pareja ideal y en el amor para toda la vida, lleva a las personas a confiar en que la situación mejorará por el simple paso del tiempo, y en que cualquier tipo de problema es un obstáculo que hay que superar en la relación para así poder fortalecerla. El hecho de romper dicha relación, se interpreta como un fracaso. Y por ello, a pesar de todo, se continuará con ella y se buscará la manera de conservarla sea como sea, con la esperanza de que finalmente «el amor todo lo pueda». Por tanto, se produce aquí una sobrevaloración del romanticismo. 

Este tipo de amor es el que aparece, por ejemplo, en numerosos cuentos de hadas y en multitud de películas de Disney, en las que la protagonista es una princesa cuyo principal objetivo en la vida es el de encontrar a su príncipe azul y casarse con él. Él rescata a la princesa de una situación en la que ella no era feliz, y ahora que ya está con él, todo es perfecto y maravilloso, y los dos pueden ser felices para siempre. Estos cuentos y películas fomentan un modelo de amor que, aunque en la ficción puede resultar muy entretenido, en la vida real no es el más adecuado. Y si queremos tomar como ejemplo a alguna princesa Disney, para ello la mejor es Mulán. A ella, lo de encontrar a su príncipe azul era algo que le daba exactamente igual. Si lo encontraba, bien, y si no, también. Mulán tenía ambiciones mucho más grandes que esa, hasta el punto de que llegó a salvar a su país. 

Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos ir haciéndonos una idea de que, quizás, el amor romántico no sea la forma de amor más sana y adaptativa. Sin embargo, ha sido y, en gran medida, sigue siendo, el modelo de relación que predomina en nuestra sociedad.

Claudia Cendón de la Mata es psicóloga sanitaria especializada en psicología de la salud y terapia familiar y de pareja. 

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