Continuando con la cuestión del amor romántico, abordada ya en el artículo anterior, ha llegado el momento de hablar sobre aquellas creencias distorsionadas acerca de cómo es, o cómo debería ser, el amor dentro de las relaciones de pareja.
En primer lugar, existe la creencia de que las parejas están predestinadas a estar juntas y de que todos tenemos algo así como una «media naranja», a la cual tenemos que buscar para que, una vez que la encontremos, podamos pasar el resto de nuestra vida junto a ella. Sin embargo, esto no es así, porque las personas no son complementos, y cada uno de nosotros somos ya una «naranja completa».
Por otro lado, está la creencia de que solamente hay un tipo o modelo de pareja válido. Y nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que existen multitud de modelos de parejas, y es sumamente importante lograr encontrar el que más se adecúe a cada una de ellas.
Por otra parte, nos encontramos con la creencia de que el amor siempre debe conducir al matrimonio o, al menos, a la convivencia. Y esto no es así en absoluto, ya que existen diversas opciones y ninguna es mejor que las demás. De hecho, hay parejas que llevan mucho tiempo con su relación y que no viven juntas, y no por ello están peor o tienen una menor solidez que las que sí que lo hacen. Por tanto, ambas alternativas pueden ser perfectamente válidas.
También, existe la creencia de que «el amor todo lo puede» y de que, si el amor es verdadero, los obstáculos no importan, porque solamente con el amor ya es suficiente para poder solucionar cualquier problema. De hecho, esta es la esencia del amor romántico. Y, lamentándolo mucho, esto muchas veces no funciona así.
Después, está la creencia de que los celos son un signo de amor y de que, incluso, son un requisito indispensable para el amor verdadero. Y esto es algo absolutamente falso, porque los celos pueden ser un signo de muchas cosas, pero no de amor. De hecho, poco o nada tienen que ver con este.
Y no podemos olvidarnos de la creencia de que, en la pareja, hay que intentar hacerlo todo, o casi todo, juntos. Se potencia así la idea de «unión total». Sin embargo, esta idea también es completamente irreal, ya que, dentro de una relación de pareja, resulta de vital importancia el hecho de que, cada una de las personas, no pierda nunca su individualidad y su independencia.
Estas son solo algunas de las ideas o creencias a las que, los psicólogos, solemos catalogar como «mitos del amor romántico». Y, en muchas ocasiones, los pensamientos de este tipo, pueden llegar a ser enormemente peligrosos, ya que constituyen el caldo de cultivo para que aparezca la tan famosa y a la vez tan temida «dependencia emocional».
Por todo ello, puede resultar tremendamente beneficioso para la salud mental y para el bienestar psicológico, el hecho de realizar un ejercicio de análisis acerca de si existe, o no, alguna de estas ideas o creencias dentro de cada uno de nosotros. Y así, en el caso de que sí que tengamos algunos de estos pensamientos, podamos tratar de modificarlos y transformarlos en otros que sean más adaptativos y saludables, y que puedan conducirnos a la posibilidad de tener, ya sea en el presente o en el futuro, una relación de pareja mucho más sana y feliz.
Claudia Cendón de la Mata es psicóloga sanitaria especializada en psicología de la salud y terapia familiar y de pareja.