Que no se asuste nadie con el título de esta columna, no me voy a pasar a la c rónica política —Mao Setún y la madre Teresa de Calcuta mediante —, lo que pasa es que el título está sacado de unos carteles que cada año promulga la municipalidad local a modo de bando de la alcaldía y que anuncian folios por todos los rincones con grandes titulares y los colorines que el Internet y las fotocopiadoras inteligentes crean como churros: Borregada Municipal.
Que es lo que significa el sic entre paréntesis, que yo lo pongo como lo pone el cartel, sin ánimo de faltar a nadie, que podría tenerlo pero no soy nada vengativo. Ya me lo decía el maestro An Gelillo «nunca pierdas la oportunidad de vengarte de dios bendito, pero te veo que tienes un andancio para la mala ostia que tienes menos futuro que Belén Esteban de traductora de La Eneida», que cuando le dijeron que era de Virgilio ya se defendió ella: «Pues si es de Virgilio que la traduzca él». Que es parecido a lo de una diputada provincial, de Cultura por supuesto y del Bierzo por los cupos, que cuando le dijo el técnico del área que se podía traer una exposición de Sorolla también puso condiciones. «Pero que venga el autor a moverla, que si no al final no va nadie a verla». Se intentó, pero ese hombre de las barbas que tiene Iker Jiménez en el programa dijo que igual estaba ya demasiado frío para las maniobras de reanimación». Y no fue posible. Jodido Sorolla.
Vuelvo al suco, que esnorté, lo de la borregada municipal (sic); que le pasa como a los burros, que la idea es buena pero el nombre la mata, porque ir a comer de papo todo el Ayuntamiento y encima cordero, y morcilla a mayores ¿no estaría ahí el Paraíso Terrenal? pero cuando te ven por la carretera con el cuchillo y el tenedor y te preguntan por el destino, decir «a la borregada»... Pero bueno, barriga nos de dios.
Hay pueblos que lo lucen un poco y parece que es menos rural. Lo barnizan con somer la borrega, la cena de las machorras (aunque éste también se las trae...) pero.
También os digo una cosa, si tenéis andancio para la mala ostía esas cosas no dejan de ser pijadinas de poca índole.