Fue una paisana nuestra, de Villamanín, quien inventó –tal vez lo hayas oído– el que se considera precursor del ‘e-book’: Ángela Ruiz Robles; una mujer brillante que merece la pena conocer mejor. Y ya que pasado mañana se cumplen 130 años de su nacimiento –el 28 de marzo de 1895–, esta es una buena ocasión…
Nacida en una familia acomodada, hija de Feliciano Ruiz, farmacéutico, y Elena Robles, ama de casa, estudió Magisterio en la Escuela de Maestras de León y, en 1915 comenzó a impartir clases de taquigrafía, mecanografía y contabilidad mercantil. En 1917 fue nombrada maestra y directora de la escuela de La Pola de Gordón, y al año siguiente ganó una plaza en Santa Uxía de Mandiá –una parroquia de Ferrol, en A Coruña– en las oposiciones de Magisterio Nacional. En 1928 se trasladó a Ferrol –allí se casó con Andrés Grandal, un marino mercante, con quien tuvo tres hijas–, en donde desarrolló el resto de su carrera –tuvo también su propia academia–, desde 1934 como gerente de la Escuela Nacional de Niñas del Hospicio y, a partir de 1945, en el colegio Ibáñez Martín, del que llegaría a ser directora y en donde se jubiló; y que hoy lleva su nombre.
Doña Angelita trató siempre de facilitar el aprendizaje a sus alumnos –y de que su ‘cartera’ pesara menos–, buscando nuevos métodos, nuevas ideas –publicó, de hecho, varios libros–; y ayudando a quienes menos posibilidades tenían.
Es conocida especialmente por dos de sus inventos, patentados en 1949 y 1962, aunque por motivos económicos no pasaron del prototipo: el ‘libro mecánico’, un «procedimiento mecánico, eléctrico y a presión de aire para lectura de libros» –mediante pulsadores se iban iluminando textos–; y la ‘enciclopedia mecánica’, «un aparato para lecturas y ejercicios diversos», aún más ambicioso, con las asignaturas dispuestas en rollos intercambiables.
Ángela Ruiz Robles falleció en Ferrol el 27 de octubre de 1975. Dentro de unos meses se cumplirán cincuenta años, un buen momento, sin duda, para rendirle homenaje…