Aranceles a John Deere

Cuando el Gobierno chino ha anunciado aranceles a las importaciones de los Estados Unidos, como respuesta al arancel del diez por ciento acordado por Trump para con las mercancías importadas del país asiático, y se ha referido a la maquinaria agrícola, uno rápidamente piensa en una conocidísima marca de tractores: los John Deere. El mercado de los tractores agrícolas es un mercado global que se reparten escasamente una decena de marcas, en un número mucho menor de grupos empresariales, con sus sedes sociales en Estados Unidos y en Europa, al margen de que puedan tener fábricas en otros territorios. Como en el mercado de los turismos, países como China o India experimentan con sus propias marcas, pero a diferencia de lo que ocurre con los coches, fabrican para el mercado local, porque fuera no le compra nadie. Deben de haber pensado los chinos que si con los aranceles entran menos tractores americanos en su país, es decir, menos John Deere, además de dar un escarmiento a Trump, apoyan a su industria local que probablemente venda más unidades a sus agricultores. Pero no será fácil competir en los mercados agrícolas mundiales usando maquinaria de cuarta categoría, y el gigante de la agricultura, que sin duda es la marca John Deere, aguantará el envite vendiendo en el resto del mundo lo que no venda a los chinos y a buen seguro no se va a  ver obligada a bajar los precios. En el campo, como en la vida, somos también muy marquistas, y el que tiene un John Deere no tiene que explicar el porqué lo tiene, es un John Deere, somos otros los que tenemos que explicar por qué tenemos otras marcas. La guerra comercial que ha emprendido Donald Trump va a tener unas consecuencias todavía impredecibles para todo el mundo, también para nosotros los europeos, y los agricultores la padeceremos por nuestra doble condición de ciudadanos y de empresarios. Decisiones temperamentales, poco reflexionadas, chulescas en cierto modo, sobre dónde vender y dónde no los tractores, los John Deere, contribuyen a la inestabilidad mundial y al empobrecimiento del planeta.