22/07/2024
 Actualizado a 22/07/2024
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Y ese amigo que te presenta a un quídam al que no conoces de nada y de pronto te suelta un discurso jacobino sobre su ideario político que roza el exabrupto. ¡Ah!, pero si no le contestas llegará aún más lejos: ¿No serás bolivariano o comunista?, si es de un lado. ¿No serás facha?, si es del otro. Así sin más ni más y sin despeinarse.

Pero lo acojonante es que quiere argumentarlo, ¡nos ha jodío!, y a uno le entran ganas de mandarlo a la porra, o recordarle aquello que decía don José Sazatornil en la «Escopeta Nacional», dirigida por don Luis García Berlanga y guion suyo y de don Rafael Azcona: «Yo soy apolítico, como mi padre, de derechas…». Esto en el supuesto del izquierdoso de turno. Aunque, si es derechoso mejor ilustrarlo con lo que le decía el dictador, Franco, a su ministro de Agricultura: «Haga usted como yo, no se meta en política…». ¡Y era el jefe del Estado!

Ante este desbarre de verborrea política e intento de captarte para la causa, su causa, lo mejor es apelar al tiempo que siempre es muy socorrido: ¡Pues parece que hoy se va a quedar buena tarde…!
Que uno ya es mayorcito y equivocado o no tiene sus propias convicciones, pero sin llegar al exceso de ser un dogma de fe que en política es innecesario. ¡Salvo ser leonés convicto y confeso! Es que la discusión es propia de taberna, ¡y no tengo ganas y me da pereza!

En definitiva: vive y deja vivir, ya que a mí no me vas a convencer con una simple arenga incendiaria en el bar de la esquina por mucha ingesta de albarín o godello que tenga, ya que mi pensamiento, bueno o malo, lo tengo claro desde hace muchos años.

¿O es una monserga mañanera para desahogarte? ¡Ah, vale!, entonces hasta podemos estar de acuerdo, sí, o «dalcuerdo» que decimos en mi pueblo. 

Aunque por lo bajini y para tus adentros rematas con una de tus citas: «Y si alguien no está a tu altura no te agaches». Salud.

 

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