Dan ganas de comentar que algunos deseos se materializan a la contra y lo que llaman karma pasa factura cuando menos lo esperas. Se podía votar a Txapote, no era solo una bajeza para calentar el ambiente. Y se votó: PP y Vox incluidos. Votaron una norma europea que considera penas ya cumplidas en otros países en el cómputo de la condena en el propio, algo que afecta a las de varios etarras. Una medida lógica y no pensada para ellos, por supuesto, que el PP subscribió después de «leerla con detenimiento», como afirma su informe interno, aunque ahora se rasgue las vestiduras. Debía ser una lectura logse o lomloe. Suena a la escena de Casablanca en que el policía sale del casino con sus ganancias mientras ordena cerrarlo indignado porque se permite el juego. Nada nuevo.
También podríamos hablar del Emérito y la vedete, título escamoteado a Miguel Mihura. Pero aparte la zafiedad inherente a este nuevo episodio de las andanzas borbónicas, nada habría de preocupar la vida privada de este señor que no fuera –una vez más- el uso de dinero público para sus caprichos y una sospecha pendiente de aclarar sobre su ponderadísimo papel en el golpe de Estado del 81. Eméritamente hablando es un clavo más en el ataúd de la reputación de tan alta magistratura.
Tampoco estaría mal mencionar lo de los PSOE regionales y estatal. Todo ello contemplado en un principio de la termodinámica pendiente de redacción: en situaciones de gobierno de izquierdas se tenderá al fraccionamiento y/o desintegración de ese (esos) partido(s) de manera inversamente proporcional a como la derecha se refuerce ante la proximidad de elecciones.
O, quizás, glosar el final del caso Neurona con que otros partidos y ciertos magistrados intentaron enfangar a Podemos en la misma ciénaga que frecuentan. Tres años después nadie parece dispuesto a disculparse y pocos a ponerlo en titulares.
¿Podríamos intentar algo filosófico del tipo: cree usted que los derechos humanos están por encima del derecho a la propiedad privada? ¿Considera que la libertad del mercado es más importante que la igualdad de oportunidades?
O local: no sale lo de FEVE ni el paso del Crucero, nos tratan fatal; León solo sería más… leonés.
Por fin, tampoco sería baladí (cómo mola esa palabra) comentar que uno de cada diez encuestados considera que se puede –y hasta se debe– conducir con un par de cañas al coleto. Se investiga si el interpelado es el dentista que recomienda el chicle de marras, uno de los que revisaron dicha ley tan txapuceramente, Santos Cerdán o el hijo de Bárbara Rey.
El ascensor es lento. No sale tema, no se me ocurre nada, recurramos a los clásicos:
- Qué ventolera este miércoles, y qué lluvia, no sabe uno qué ponerse, abrigo, tres cuartos, chubasquero…
- ¿Y cómo cojones quiere que haga en otoño? ¿Como dicen los del puto cambio climático?
A ver si llegamos rápido abajo del todo.