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Barcial en barbecho

22/05/2018
 Actualizado a 13/09/2019
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Miro y abarco el ocre de la tierra, hasta donde la mirada se pierde en el horizonte que engulle al sol, como despedida del amante emigrado, lleno el hueco del silencio con una dosis de melancolía sobrevenida a causa del estrés diario. Cae el atardecer sobre las tierras que descansan en barbecho más del tiempo necesario, con el peligro de convertirse en estériles y no poder percibir las ayudas de la PAC, abandonadas por falta de dedicación por ineficaces políticas agrarias, los más jóvenes desertan de la zona en busca del dorado en urbes contaminadas de grises anaranjados y pisos compartidos.

Barbecho que vienes para quedarte, mientras proyectos que pueden regenerar comarcas, se ven paralizados en el cajón de la consejería por falta de voluntad política y quizás altura de miras, sin querer ver que uno de los futuros de la agricultura europea pasa por la multifuncionalidad, pudiendo aumentar el cultivo en más de 20000 hectáreas, con la creación de más de 1000 puestos de trabajo. Sí, me refiero al proyecto de la Biorrefineria de Barcial del Barco, que con el apoyo unánime de las Cortes de CyL, de la Comisión de Industria del Congreso, del apoyo de los Eurodiputados, para que este iniciativa sea impulsada como proyecto estratégico y cumplir la directiva sobre energía europea, «que exige que el 10% de la energía que se utiliza en el transporte proceda de fuentes renovables en el año 2020», además de la venta de Bioetanol, la venta de piensos hacia otras comunidades periféricas del noroeste español, con salida al mar desde el puerto de Xixón, abriendo la posibilidad del desarrollo del Polígono Logístico de Torneros.

Dónde está el problema, quizás en el interés de mordidas o que al Gobierno de la Junta no le interesa su ubicación por miedo al desarrollo de nuestra Región Leonesa, es preferible que se destinen millones a empresas de la automoción, que a generar proyectos de interés propio que ayuden a las tierras a abandonar el barbecho y a fijar población. Miro y abarco el verde de la tierra del cultivo esperado.
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