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Borros y cuenta nueva

14/08/2018
 Actualizado a 12/09/2019
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Estaba mirando el lucero del alba, a punto de coger con la mía mano unas estrellas, libre del mundanal ruido cumpliendo a rajatabla la prescripción médica de oxigenar la mente, para embaucarme y perderme en la machada, mientras el zagal despertábase afamiau conun trozo de queisu, dándome los buenos días, que buenos eran como los dos borros queteníamos que baxar, para que todo el pueblu un año más celebrase la borregada entre empanadas, murcietsa, caldereta y tarta babiana, comimos, bebimos y danzamos el txano al son de los pandeirus, entre risas y recuerdos pasamos la tarde hasta que llegó la hora del filandón, donde los más viechus contarón historias de pastores y ánimas del purgatorio, hasta que Xuan diome un toqueparasacarme de la alparbada.

A la mañana siguiente, tocaba podar la enredadera, que mira, que este año con tanta agua no para de crecer, Xuan me dice que lo mismo pasa en la Capital, que nun sabe que está pasando, que en Llión también crece sin parar, que trepa por las paredes, entra por balcones y por las puertas de atrás y que tienen miedu que sea contagioso, que andan los del poder culpándose unos a otros, que paece que intervinieronconversaciones por teléfono que nun tienen desperdiciu y que ya trepa fuera de la provincia e intenta medrar por los palcos de la Villa.

Lo que más sorprendiome, fue cuando Xuandijome, que el ambiente esta raro, que algo está pasando gordo, que van a tener razón los que hablan del cambio climático, que ya tenemos playa, díjele que si estaba tarao, éldime que no, que es verdad que tenemos playa en la Plaza del Grano que salió una arena dónde los rapaces se xuntan y juegan al balón, y los mayoresponen toallas y sombrillas pa tomar el sol.

Despedime de Xuan y súbime a la pinietsa, pensando que si se estaban volviendo locos en la Capital, miré a las montañas y quise perderme entre ellas, escondime en el piornal viendo pasar los hispanos-bretones al trote, mientras una nieblina cuajaba mi melancolía.
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