Mi amiga Txani Rodríguez dice que los bosques debería plantarlos la Seguridad Social. Y después recetarlos. Su ‘arbofilia’ lleva su afición andariega hacia el bosque. Y también la ha impulsado a escribir sobre esto, a profundizar sobre cómo son y qué les pasa a los árboles, a los que ama sin esperar correspondencia, como muchas veces ocurre con los grandes amores.
A mí también me gustan mucho los bosques. Las cortezas de los árboles y el color y sequedad de los líquenes, sobre los que a veces paso mis dedos; el baile de la luz en el suelo, los sonidos de las hojas y el viento, los pájaros que se ocultan, las castañas, las bellotas, la espiral del milpies en la sombra.
Un paseo por un bosque pone muchas cosas en perspectiva. Y tal y como está el patio, se me ocurre que no vendría mal hacer en alguno una sesión del Congreso. Y ya puestos, del Senado. Los diputados y diputadas podrían empezar por ir a la Casa de Campo, cada uno con su bocata en la mano, y después irían sugiriendo los bosques de sus comunidades autónomas y de sus provincias.
Pedro Sánchez podría proponer el abedular de Canencia, por ejemplo; Alberto Núñez Feijóo, el teixadal de Casaio, que valdría para darle mucho a la zapatilla en una sesión que sea especialmente compleja; y no muy lejos de su Fene natal, Yolanda Álvarez les mostraría a sus señorías la fervenza (cascada) de Belelle, en el carballal de Neda. Si me preguntan a mí, para una sesión otoñal les sugiero el soto de castaños de Villar de los Barrios, que el año pasado fue elegido como mejor bosque de España por la organización Bosques sin Fronteras. Así aprovechan incluso para hacer un magosto en casa.
Como la primavera ya explosiona en los estambres de las flores, es conveniente que los diputados y diputadas alérgicos lleven los antihistamínicos que necesiten. A pesar de las molestias, el paseo por el bosque les sentará bien a ellos, y a nosotros. También a mí me producen alergia algunas cosas que a veces tengo que escucharles, y la única recomendación para aliviarlas no entra por la Seguridad Social y sólo puedo utilizarla cada cuatro años.