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Catalans, Marta ha mort

21/07/2024
 Actualizado a 21/07/2024
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El pasado día 8 del corriente mes falleció a los 89 años de edad Marta Ferrusola, una empresaria catalana más conocida en el ámbito público por ser la esposa de Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Catalunya entre 1980 y 2003; y a la que se ha atribuido una fuerte influencia sobre su marido con quien contrajo matrimonio en 1956. Siete hijos fueron fruto de esa conjunción copulativa. 

Mujer de fuerte personalidad y destacada activista del catalanismo, Marta Ferrusola ejerció en Catalunya gran influencia durante la presidencia de su marido, pero jugando un papel a su sombra en el desempeño de cargos simbólicos en fundaciones y entidades de carácter benéfico. No obstante, como si fuera protagonista de una tragedia griega, disfrutó del poder como ‘primera dama’ de Catalunya durante 23 años. ‘Aixo és uma dona’ (¡Esto es una mujer!), le gritaban con fervor militantes de la extinta Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), partido del que fue cofundadora, cuando les saludaba desde el balcón en la celebración de las grandes victorias electorales. Si bien, esa visión casi mitológica se vio pronto ensombrecida al no tener reparos en expresar opiniones que podrían denotar serios prejuicios. Como militante del mencionado partido, fue protagonista del controvertido contrato por la plantación del césped del estadio del Barça, Camp Nou, que, además de verde y muy costoso, resultó defectuoso y blanco de muchas críticas.

Marta Ferrusola estuvo envuelta en varias y afamadas polémicas. Cabe destacar entre ellas su parecer sobre la homosexualidad, que consideraba «un defecto, una tara o todo a la vez». Y en 2001 se hicieron célebres unas declaraciones suyas en las que reputaba a los emigrantes de «castellanoparlantes» y a los por su devoción a Alá en vez de Cristo una amenaza a la sociedad catalana.

Los admiradores de Jordi Pujol acostumbraban a atribuir a su esposa todos los males de su marido: un nacionalismo excluyente sin la capa comunitaria del mismo, una visión intransigente de la lengua, una concepción clásica de la sociedad y una pulsión conservadora. Según Albert Sáez— director de El Periódico— Ferrusola se paseaba por Catalunya con una soltura más parecida a la de Carmen Franco que a la del presidente de una autonomía democrática. Y la sociedad catalana —remata Sáez— lo toleraba porque buena parte de sus votantes no pasaron nunca de oponerse a Franco solo por perseguir la lengua catalana, mientras levantaban imperios empresariales o creaban entidades bancarias.

Desde enero de 2016 Marta Ferrusola fue imputada por la Justicia, junto a su marido y sus hijos, en el denominado ‘Caso Pujol’, atribuyéndole un papel relevante en la evasión fiscal y ocultación de patrimonio. Más tarde, en 2021, se le eximió de declarar en esa causa judicial debido a estar ya afectada de alzhéimer.

A la par de las referidas convicciones nacionalistas, Marta Ferrusola era también persona profundamente arraigada en el catolicismo. Empleando un código religioso cercano al Opus Dei, se hacía llamar la ‘madre superiora’, mediante el cual poder camuflar los desvíos de dinero al extranjero. 

 

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