La Catedral de León es uno de los principales iconos de referencia de la ciudad. Centenares de miles de fotografías recorren las redes sociales con un personaje y la Catedral al fondo, o solo con la Catedral. Demuestran que es un atractivo central para la imagen de la urbe. La foto con las letras de León y el templo al fondo llega a provocar colas.
Ante esa evidencia, el valor de Nuestra Señora de Regla supera la categoría artística para alcanzar la de «espectacular» para los legos en arte. Esa unanimidad coloca a la Iglesia Mayor de León en un escalón superior respecto a cualquier otro edificio legionense. En consecuencia, los temas que afectan a la Pulchra Leonina superan lo religioso y lo institucional; son de interés general.
Pese a su deslumbrante presencia, la Iglesia Catedral adolece de una amputación desde 2009. Está incompleta, sin que la sensibilidad de los más doctos se dé por herida. Los pórticos góticos de las catedrales eran una exhibición escultórica, un regodeo en el santoral, un exceso en el lujo iconográfico y el colorido con que eran dotados. Sin sus esculturas, los pórticos góticos carecen de rigor, de la imagen de una obra completa, de su esencia. El pórtico triple de occidente de la Catedral de León se ha visto privado de sus figuras exentas, que son connaturales a su propia naturaleza. La falta de las esculturas es un puñetazo al patrimonio, a la estética y al espíritu que dio forma a esa portada.
Por todo lo dicho: la Catedral es el icono principal de la ciudad, es el centro destacado de la diócesis, concita un interés general por encima del de otros edificios y sufre tergiversación de su imagen, robándole las 23 esculturas góticas de piedra –piezas exentas, que son más de las que existen en muchos museos de Europa–, la recomposición del conjunto pórtico-esculturas debe ser prioritaria.
Desde el Ayuntamiento de León se promovió la iluminación multicolor para dar idea de lo que fue ese pórtico en su origen. Se ejecutará, pero faltan las esculturas, cuya reposición (en réplica o con originales) es competencia del obispado y de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. Qué mezcla tan bien traída para este caso, en una misma consejería: patrimonio, cultura y turismo. La iluminación sin la presencia de las esculturas reducirá el impacto de la proyección lumínica, perjudicando el atractivo turístico.
Quizás el debate sobre si se deben reponer réplicas u originales ocultó un deseo de retrasar la solución. Sin embargo, la Ciudad de León se ha convertido en centro de turismo cultural, lo que no permite más espera. Quince años son demasiado. Hay que restañar esa amputación ya.