En 2016 se cumplen 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes y muchos lugares reclaman un poco de protagonismo en la biografía. El supuesto judaísmo del escritor hizo que su vida y su origen estén llenos de incógnitas y misterios. En los últimos años las leyendas que reclaman el origen y episodios importantes de su vida en el noroeste son cada vez más apoyadas. Me gustaría recordar aquella leyenda que afirma que Cervantes visitó y escribió el Quijote en El Bierzo.
Corría el año de 1613, Miguel de Cervantes hacía menos de un año que había ingresado en la Orden Tercera de San Francisco, y la nostalgia del recuentro de sus antepasados le animan a realizar un viaje a los Ancares Lucenses donde ya había aclarado sus orígenes «que en un lugar de las montañas de León tuvo principio mi linaje” (El Quijote, capítulo 29). Así, allí muy cerca de Balboa encuentra Cervantes su lugar de destino. Entre las diferentes paradas que el viajero realizó la leyenda dice que Miguel de Cervantes pasó unos meses en uno de los monasterios que la Tercera Orden Regular de San Francisco tenía en la comarca, el convento de San Fructuoso de Labaniego. Allí aprovechó para escribir la segunda parte del Quijote. Este cenobio fue una de las comunidades terciarias que más importancia tuvo en el siglo XV en la provincia de León aunque en el siglo XVII ya había perdido parte de su esplendor. ¿Esta leyenda podría tener algún fundamento? Dos pruebas pueden aportar un poco de luz.
La primera tiene que ver con una de las actividades que sustentaba económicamente a la comunidad religiosa, la venta de hábitos de difuntos. La enraizada costumbre de enterrar a los hombres con hábito franciscano en aquella época permitió a la comunidad obtener unas rentas muy importantes para su subsistencia. El ilustre escritor preveía que estaba en sus últimos años de vida ypuede que aprovechara la oportunidad para adquirir su sudario. Los biografías de Cervantes recogen que a su muerte en 1616 fue enterrado con el hábito de la Orden Tercera de San Francisco.
La segunda tiene que ver con el paisaje. La principal característica geográfica del monasterio es la de estar en el centro de un extenso bosque. Un bosque lleno de leyendas que pudieron servir de inspiración al erudito escritor. La aparición de la edición apócrifa del Quijote (El Quijote de Avellaneda) hace que Cervantes se vea obligado a escribir una segunda parte autorizada que publicará en 1615. Dicen que el entorno de montes, prados y florestas sirvieron para contextualizar algunos capítulos principales de la obra. Estas dos pruebas justificarían que Cervantes también estuvo en El Bierzo o ¿No?
Cervantes en El Bierzo
22/04/2016
Actualizado a
19/09/2019
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