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Chavismo sanchista, sanchismo chavista

03/05/2024
 Actualizado a 03/05/2024
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Está claro que como analista político nunca me voy a poder ganar la vida y es que hay veces que confundo deseo con realidad. Yo estaba convencido de que Pedro Sánchez iba a dimitir como presidente del Gobierno, no tanto por decisión propia, sino por el temor de que salgan más trapos sucios sobre él, su señora, los 2,6 Gigas de información de su teléfono o cualquier asunto de esos que espero lleguemos a saber algún día.

Por lo menos en esta ocasión, no he lanzado aquí ninguna apuesta y las cervezas que debo, es sólo a un pequeño grupo de personas con los que no tuve el menor problema de apostar por lo que yo creía que sería una inminente salida de Sánchez.

Esta salida, no tuvo lugar a pesar de que, hasta incluso en el mismo comunicado de Sánchez, por cómo eran sus palabras, todo parecía indicar que efectivamente el final de su declaración sería para decir que se marchaba. Aguantó el tono de despedida manteniendo una tensión dramática propia de Hollywood, para justo al llegar al clímax, terminar diciendo que se quedaba. Todo en Sánchez es teatrillo. Ahora, según palabras de Pedro Sánchez, todo el paripé de esos 5 días en los que sus compañeros de partido y miembros del Consejo de ministros se precipitaron a hacer el ridículo, llamarle «puto amo», hablar de españoles buenos y españoles malos, de autodefinirse «perros» por su fidelidad, han supuesto un punto y aparte en su Gobierno, en la democracia en España y en la libertad de periodismo.

«Ciertos periodistas están manipulando, incitando al odio… televisiones, radios, prensa escrita… eso no va a continuar así… una cosa es la crítica y otra la conspiración. Hay periodistas que ejercen esa profesión digna, aferrados a los códigos de la ética, de la verdad y del honor, que siguen haciendo buen periodismo, pero también quiero hacer una reflexión a aquellos periodistas que utilizan esa digna profesión para mentir, para manipular, para engañar, para desestabilizar una nación entera… a ellos mi llamamiento para que retomen el camino de la moral y la dignidad periodística y que defiendan los intereses de los ciudadanos…». A alguno de ustedes estas declaraciones le sonarán al comunicado de hace sólo unos días de Pedro Sánchez, pero aunque algún pasaje parece un corta y pega del mismo, no se equivoquen, estas palabras las expresó Hugo Chávez hace años en Venezuela en dos discursos públicos, cuando la prensa venezolana defendía el derecho a la información, a la crítica y actuar como contrapoder frente a los albores de una dictadura. Chávez señalaba así a medios y periodistas y a partir de entonces, la deriva dictatorial no hizo más que empeorar.

Sánchez ahora está en esas y está amenazando a periodistas con querellas por la difusión de lo que para él son bulos y ataques personales. Ahora se escucha a periodistas decir que no tienen miedo, que no les amedrantarán y que siempre estarán con la libertad, pero la simple insinuación de que tendrían motivo para tener temor y callar, llena de sonrojo a la democracia.

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