23/06/2024
 Actualizado a 23/06/2024
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Llevamos tanta tecnología encima que somos medio cyborgs o cyborgs enteros, diría Amber Case, pero todavía no tenemos del todo solucionado el tema articulaciones. ¡Diosito, la guerra que dan! Y todo porque andamos cortos de colágeno amortiguador, pesadilla mía. 

Sueño con él. Sueño con una solución de nombre opaco (rollo aquel PDRD+1 de la píldora del día después experimental) que lo replique y donde sumergirme y rejuvenecer. Sueño con lagos de colágeno o similar para la humanidad en los que se autorice el baño y el aminoácido penetre por los poros y nutra las articulaciones. Lo imagino como plomo líquido, derretido, un poco menos azulado quizá, más translúcido. Pienso en un lago en toda regla, de estirpe glacial, como los de Somiedo pero de lecho seco y rellenado con esta rica solución. Un depósito cuasinatural donde te metes y se te queda pegadita como el fango del fondo de aquel la rica proteína. En esos lagos brotaría el colágeno de una especie de conducto que lo alimenta desde lo hondo del terreno.

Meterse con traje de baño no sería prudente en la lagunita de colágeno (por mucho que tenga ganas de ponerme a todas horas el bañador color arena que me he comprado tras años de búsqueda y que seguro que pierdo en meses porque, misterio, así me pasa con los bañadores) Y obviamente no saldríamos con la piel seca como de una piscina clorada, saldríamos hidratados, para no secarnos con toalla sino solo dejar que entrase y vigorizase los tejidos el compuesto hasta desaparecer. Qué fantasía. Las playas fluviales están muy bien, pero las pozas de colágeno están mejor. Saltas y te sumerges penetrando a velocidad inferior a la que el agua permitiría dada la densidad de un líquido al que tampoco se le puede pedir aplicación con difusor para refrescarse. Pero la pena la vale, porque los baños de colágeno son cosa seria, nada que ver con ingerir pastilluchas o polvos elaborados con material animal a la venta en Lidl o farmacias sin petición de matrícula (y lo sabemos: hoy, cualquier cosa que no implique identificación precisa muy efectiva no puede ser).

Tengo que preguntarle a mis freudianos y jungianos de referencia si este sueño perpetuo significa algo. Supongo que revela un poco menos de obsesión traumatológica que la que sufren los que se apuntan a la rotura de las piernas para ganar altura con la cirugía. Aunque sea un poco solo.

 

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