Escribo en el Día de la Libertad de Prensa. ¡Bendito sea Dios que ayuda a arrancar grilletes de las manos de quienes teclean en este campo!Precedentes en contrario no nos faltan. Todavía hoy, en tiempos de globalización de noticias y pensamientos, no todo el monte es orégano. Sano es que hoy se reivindique la libertad. Pero, ha de ser también día para recordar el deber que haga a los medios huir como alma que lleva el diablo de las ‘fake news’(¿por qué no decimos de las ‘noticias falsas’?), de las medias verdades, de las noticias sesgadas, del cobijo de rumores intencionados, de los escritos ofensivos más allá de la libertad de expresión, del sensacionalismo, de las informaciones sin contrastar, de los silencios oportunistas y hasta del aireo de la última ocurrencia (casi siempre ofensiva, si no demoledora) de los desocupados de las redes sociales.
En este sentido, más de una vez he comentado en privado el raquitismo de los medios a la hora de dar cabida a los sucesos que brotan de la fe religiosa, salvo que algún repórter Tribulete, que en todas partes se mete, le dé por armarse de valor y ofrecer al director algún reportaje de esta índole, con el riesgo de que, si hay abundancia de otras materias, este se vaya por las cañerías del desagüe. Verdad es que se suele prestar atención a las personas de Iglesia relacionadas con estas tierras que descuellan por alguna obra buena, en especial si es de solidaridad. Verdad que se dedican espacios (con manejo más que nada de la paleta del colorismo y del folclore) a la etnografía religiosa, particularmente si afectan a romerías, a fiestas de interés turístico o al patrimonio histórico-artístico. Y también a las noticias locales de índole creyente si las sirve el corresponsalde la comarca. Lo que no faltará, por supuesto, será cobertura amplia cuando la Iglesia o sus cercanías generen alguna noticia que provoque escándalo o favorezca el morbo. Ejemplos tendríamos en abundancia.Baste uno. En los años (y son muchos) que uno lleva en esta tarea de la comunicación, medio foráneo hay que solo nos ha urgido información sobre dos cuestiones, que casi se pueden adivinar: la pederastia en la diócesis y el incendio de la Pulchra, con ocasión del desastre de Notre Dame. Quien tenga que hacerse una idea por ese conducto de que la Iglesia que peregrina en León también existe, se quedará en si en ella hay o no hay casos de pederastia y en si hubo o no hubo (¡mal rayo me parta!) un incendio en la Catedral. Y no es eso. Al menos no es solo eso.
Como alma que lleva el diablo
05/05/2019
Actualizado a
19/09/2019
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