Secundino Llorente

¿Cómo será la selectividad en 2025?

26/09/2024
 Actualizado a 26/09/2024
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Al final del curso 23-24 se aplicó la última prueba de selectividad tipo Lomce. Después de varias prórrogas ya no podemos estirar más la cuerda. Para el 2025 tenemos que disponer de una prueba nueva que siga los criterios establecidos en la Lomloe. Este nuevo modelo de examen deberá hacer especial énfasis en el enfoque competencial, es decir, que el alumno no sólo sea capaz de memorizar los conocimientos sino también desarrollar otras competencias. De esta forma, la nueva selectividad requiere al alumnado «creatividad y capacidad de pensamiento crítico». 

Quiero que ustedes conozcan las tres premisas que considero fundamentales para entender la importancia que tiene este tema: En primer lugar, debemos ser conscientes de que el examen de selectividad es un momento clave en la vida de millones de jóvenes españoles de 18 años, porque «decide su futuro». Cada alumno sale de la prueba con una «nota de corte» que le dará la posibilidad de entrar en las facultades deseadas o se verá obligado a un rumbo diferente en su vida.

En segundo lugar, el nombre de la prueba siempre fue «selectividad», porque servía para eso: «para seleccionar y clasificar a cada alumno con un número, que se llama nota de corte, a la hora de entrar en la universidad». Pero al mantra del buenismo esto le sonaba muy fuerte. «Pobres niños» que van a ser ordenados por la nota que saquen. Y se inventaron eufemismos y milongas, como EvAU o EBAU, que no huelan a «selección». La última ocurrencia es la «PAU», Prueba de Acceso a la Universidad, que triunfará porque así lo ha decidido el Ministerio de Educación. 

En tercer lugar, la prueba tiene que ser exactamente igual para todos los que quieran acceder a «una nota de corte»: «El mismo examen, el mismo día y a la misma hora, con los mismos contenidos, estructura y criterios de corrección». Debemos luchar para que no se repitan las «injusticias» por la dejadez de todos los gobiernos anteriores al no comprometerse en la imposición de una «selectividad única» en España. No debe ser tan difícil cuando así se hace en nuestro entorno europeo: Portugal, Francia o Italia.

Cuando ya llevamos dos semanas del curso 2024-2025 y los alumnos deberían tener claro cómo van a preparar un buen examen de selectividad, la comunidad educativa se encuentra con que «todo está aún en el aire». El Ministerio de Educación no se entera, o no se quiere enterar, de que el único camino es una prueba única. Lleva dos años lanzando propuestas para la nueva selectividad, pero todas ellas han sido «machacadas» con descalificaciones y críticas muy duras, entre las que siempre predomina la falta de igualdad y justicia en el examen. 

A pesar de todo el gobierno ha aprobado el 11 de junio, el Real Decreto de la nueva Selectividad, que deberá empezar a aplicarse en junio de 2025. Sigue sin hablarse de una prueba única y se ha perdido una gran oportunidad de haber avanzado hacia la equidad y la igualdad de oportunidades. Es «más de lo mismo». «Sigue habiendo 17 comunidades autónomas. No tiene estructura de examen, no hay criterios de corrección, no hay contenidos curriculares comunes». 

¿Qué nos encontramos en este último parche o retoque a los borradores anteriores? Primero, cambia el nombre: (PAU), como siempre se ha llamado en Cataluña. Segundo: parece que se intenta endurecer la dificultad para salir del buenismo de la pandemia: «Se suprimen los dos modelos de examen que había hasta ahora para dejar sólo uno y ya no habrá la posibilidad de alcanzar la máxima puntuación sin haber estudiado todo el temario». Tercero: sólo establece unos mínimos en los criterios de corrección que apliquen las autonomías, lo que deja abierta la posibilidad de que haya 17 formas de corrección en función de la comunidad autónoma. Pedagogos, profesores y entidades educativas consultadas por ABC coinciden en que la reforma aprobada por el Gobierno, «no solo no resolverá las desigualdades vigentes en el acceso a la universidad en España, sino que las aumentará».

El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, asegura que las comunidades gobernadas por el PP se han comprometido a aplicar los mismos criterios de corrección y tendrán una PAU común en contenidos, criterios y fecha. «Ellos no quieren una PAU más dura, sino más justa» y, por eso, continúan defendiendo la prueba única. 

¡Vaya panorama! Mi opinión no puede ser más lamentable y penosa. Pobres alumnos que han empezado ahora segundo de bachillerato, porque tendrán que enfrentarse a un final de curso con una selectividad en la que «nada es definitivo».

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