Cien años se cumplieron el pasado domingo desde que, el 12 de enero de 1925, naciera en la localidad leonesa de Vegamián –desde 1967 bajo las aguas del embalse del Porma– Miguel Cordero del Campillo, brillante veterinario y figura clave en el nacimiento de la Universidad de León. Destacó también por su faceta humanística, y fue senador en la legislatura constituyente de la Cámara Alta, entre 1977 y 1979. Y esta es una buena ocasión para conocerle mejor…
Hijo de Nicolás Cordero Juárez, guardia civil, y de Anunciación del Campillo Alonso, estudió Veterinaria en León –entonces dependiente de la Universidad de Oviedo–, en donde se licenció en 1947. En 1952 –año en que se doctoró–obtuvo el número uno en las oposiciones al Cuerpo Nacional de Veterinarios, y entre 1953 y 1963 dirigió la Estación Pecuaria Regional, además de trabajar –entre 1948 y 1963– en los laboratorios Syva. Asimismo, entre 1960 y 1981 estuvo vinculado al CSIC como profesor honorario del Instituto Nacional de Parasitología.
En 1963 obtuvo, por oposición, la cátedra de Parasitología, Enfermedades Parasitarias y Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Veterinaria de León, en donde se jubiló en 1990, continuando como emérito –renovado anualmente– hasta 2002.
Cordero del Campillo ostentó también distintos cargos en la universidad, primero mientras dependía de Oviedo –llegó a ser vicerrector para el campus de León– y, después, ya en la Universidad de León, desgajada de la ovetense en 1979 –por lo que tanto luchó–, de la que fue rector entre 1984 y 1986.
Casado con Emilia Sánchez García, con quien tuvo cinco hijos, fue miembro de diversas academias y asociaciones científicas y obtuvo numerosas distinciones, incluida la designación de Leonés del Año en 1985 y la Medalla de Oro de la Ciudad de León en 2007, además de ser nombrado doctor ‘honoris causa’ por la Universidad de Vorónezh (Rusia) y por la de Extremadura. Falleció el 12 de febrero de 2020, a los 95 años, tras dedicarse en cuerpo y alma a esta tierra.