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Coser y cantar

01/06/2024
 Actualizado a 01/06/2024
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Un revoltijo de tules, muselinas, gasas, bandas de raso, y rollos de tela en diversos tonos pastel serpentean en serena danza en torno a una muchacha envuelta en un vaporoso vestido del color del sol semioculto bajo un mandil en tonos teja . En derredor, un grupo de muchachas canela, palmean al ritmo de la danzarina locuela, que brujulea entre hileras de ropa que cuelgan cómplices esperando sus arreglos. Es María, que se siente bonita, mientras revolotea como un pajarillo impresionante, fantástica, al sentirse querida por el muchacho americano, que la ama pese a ser extranjera. «I feel pretty, o so pretty». María no puede dejar de danzar dichosa dejando desatar su entusiasmo, subiendo y bajando escaleras, mientras taconea y salta entre biombos. Sus amigas, cómplices, aparecen cubiertas con grandes camisolas. Una de ellas exhibe una cinta métrica que abraza su cuello. Ríen divertidas mientras observan la escena, custodiadas por maniquís mientras María, imparable, no deja de resurgir de entre las hiladas de ropajes varios, ataviada con una enorme flor rosa fucsia que a modo de nenúfar emerge de entre su media melena enaltecida por una corona plateada. Son las modistas del lado oeste de la ciudad de Nueva York, cinematográficamente conocido como ‘West side story’.

Ese entorno que en León coincide con Armunia, el territorio del IES Antonio García Bellido, donde andamos de enhorabuena y con ganas de coser y cantar del mismo modo que estas costureras que se dejan llevar por los ritmos de Leonard Berstein.

El nuestro es un motivo largamente anhelado: acaban de concedernos el Ciclo de Grado Medio de Formación Profesional de Corte y Confección, único centro público en Castilla y León de carácter público que lo oferta junto al Centro Integrado de Formación Profesional Ciudad de Béjar: una esperada noticia que llega en el contexto de la celebración del cincuenta aniversario de este histórico instituto de enseñanza secundaria situado en los arrabales.

Quizá por ello los campos del entorno se han engalanado esta primavera como si les hubieran vestido los grandes de la alta costura, lo más granado de la profesión que este año le ha diseñado una profusión de generosas amapolas, manzanillas, malvas y delicadas rabanizas deudoras de los rayos de sol. Así han querido ‘aprimaverarse’ este año, moteados, multicolores y pluriculturales, los caminos que transitamos para llegar al centro, como envueltos entre sedas y telas esperando que el murmullo de las abejas que zumban sobre las flores se unan al ronroneo de las máquinas de coser. 

Por fin llegó al Bellido el esperado Ciclo de Grado Medio. Contentos pues, aunque no haya sido precisamente cuestión de coser y cantar.

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