Hace aproximadamente un mes, en plena Navidad y Año Nuevo, los mercados y centros comerciales se llenaron de compradores o visitantes preparándose para las celebraciones y, en medio de esta aglomeración, unos ladrones encontraron lo que buscaban y se aprovecharon: la oportunidad de infiltrarse entre la gente para atrapar a sus presas y robar lo que tenían de sus compras. Un día de estos fui con mi esposa al famoso centro comercial de Espacio León, caminamos un rato y compramos en algunas tiendas las cosas que necesitábamos y las metimos en una bolsa con las correspondientes facturas. Antes de salir del lugar, un abrigo de invierno llamó la atención de mi esposa, por lo que insistió en verlo de cerca y medirlo. Ingresamos a la tienda y coloqué la bolsa de compras que tenía sobre la mesa de exhibición de ropa por unos minutos. Estuve unos segundos con mi esposa, ayudándola a elegir uno de la hermosa colección de abrigos. Apenas me di vuelta nuevamente, miré mis cosas y ya no pude encontrar la bolsa de compras. Desapareció en un abrir y cerrar de ojos... Le pregunté a mi esposa si había visto el bolso o lo había movido a otro lugar y me dijo que no lo había tocado, así que corrimos a la gerencia de la tienda de ropa y les contamos lo sucedido y les pedimos que vieran las cámaras de vigilancia, una de las cuales estaba ubicada directamente encima de la mesa de exhibición en la que coloqué la bolsa, pero dijeron que no, nosotros o ellos no podemos ver las grabaciones y que este asunto es de competencia y tareas de la Policía, y que debemos presentarles una denuncia para dar seguimiento al tema del robo. Al principio me sorprendieron mucho estos procedimientos que no existen en mi país, Palestina, y comencé a buscar la bolsa en manos de los transeúntes dentro y fuera de la tienda, con la esperanza de encontrarla con alguien. Fuimos a las tiendas anteriores donde habíamos comprado muchas cosas y les dijimos que las habíamos perdido y les pusimos sus especificaciones por si el ladrón intentaba devolverlas, sobre todo porque las facturas de compra estaban dentro de la bolsa en la que también estaba escrito el nombre de la tienda donde habíamos comprado nuestras cosas. Rápidamente regresamos a la tienda en la que nos robaron después de que el corazón de mi esposa se angustiara y su alegría por el hermoso abrigo que habíamos comprado desapareció.
Antes de salir del centro comercial, nos sentamos en algún lugar a hablar sobre lo que pasó y lo que podíamos hacer. ¿Deberíamos decírselo a la Policía o deberíamos dejar todo el asunto y olvidarlo? Estaba confundido y pensaba en este extraño evento. En la ciudad de León no estamos acostumbrados a escuchar historias a la gente este tipo de robos, ya sean grandes o pequeños. Tuvimos una experiencia anterior, donde nos encontramos con una situación en la primavera del año 2023, cuando mi hijo mayor olvidó su bolso con cosas de valor en una de las calles de la ciudad. Lo recordó después de más de un kilómetro de caminar, mientras íbamos a una cita importante, y decidimos ese día no regresar a por el bolso para no llegar tarde a nuestra cita. Después de regresar aproximadamente cuatro horas después, encontramos la bolsa en su lugar, sin haber sido tocada por nadie. Desde ese día me siento seguro en esta hermosa ciudad con buenos residentes. Mi comportamiento en la tienda ese día al dejar la bolsa en la mesa se debe a que solo me basé en mi experiencia previa y para descartar la idea de la presencia de ladrones, como es el caso en algunas ciudades importantes dentro del Reino.
Vuelvo con ustedes, queridos lectores, a los momentos de reflexión posteriores al robo y, mientras estoy inmerso en mis pensamientos, me ven bromeando con mi esposa para aliviarla del shock de la situación, y luego le digo... ¿Crees que admiro la inteligencia del ladrón? La esposa quedó sorprendida por lo que le decía, y entonces comencé a explicarle mi punto de vista sobre lo que nos pasó, ya que el ladrón sabía muy bien cómo atrapar a su presa cuando vio la bolsa de compras con el nombre de otra tienda escrito en él, y que podía tomarlo y salir del lugar tranquilamente sin que sonaran las alarmas, ya que las compras eran de otro lugar y pagadas por adelantado. Le dije que mis ojos solo dejaron la bolsa por unos segundos, pero el juego de manos fue más rápido que mi parpadeo, ya que rápidamente regresó para ver si nuestras compras estaban en su lugar o no. Le dije que el ladrón parecía que conocía bien las leyes y sabía que los dueños del lugar no tenían autoridad para ver una grabación de las cámaras, de las cuales podría haber ocultado su rostro, según mi primera creencia en ese momento. Pero mis intentos no ayudaron mucho a aliviar el shock de mi esposa, así que decidí llamar a un amigo para preguntarle si la Policía recibe este tipo de informes y si pueden dar seguimiento a un informe de hurto menor. ¿La Policía tiene una base de datos o dispone de técnicas de reconocimiento facial y otras consultas? Mi amigo me dijo en su momento que la Policía tiene el deber de recibir denuncias, ya sean incidentes pequeños o grandes, pero según datos anteriores, dijo que la Policía de la ciudad no responde mucho a los robos por valor de menos de 300 euros, y que consideren negligencia nuestra lo que nos pasó y que debimos haber sido más cuidadosos con nuestras compras. Si sucede y la Policía da seguimiento al asunto, el asunto lleva tiempo y esto es un discurso frustrante, pero siempre he estado convencido de que las experiencias no se pueden generalizar. Por eso decidí ir con mi esposa a la comisaría a hacer la denuncia sobre el incidente. La Policía nos recibió con mucho interés y nos dijeron que darían seguimiento al caso e irían a la tienda lo más pronto posible y revisamos las grabaciones de las cámaras para identificar al ladrón. Mientras enumeramos los detalles, llegamos a una pregunta sobre el valor de las compras. Le dije al investigador en aquel momento que el valor es una cuestión relativa que difiere de una persona a otra. Una barra de pan en manos de un pobre puede parecer más valiosa que un coche de lujo en manos de un rico. Valor de la cantidad es importante para nosotros como refugiados que aún no hemos tenido una oportunidad de trabajo. También le dije que si la denuncia no era para recuperar nuestros derechos, era para informarle que hay un ladrón que usted puede identificar y poner en la lista de ladrones, el que roba algo pequeño puede robar algo más grande en los próximos días, y lo hace sólo por preocupación por la seguridad de la ciudad y sus residentes, y el objetivo de la denuncia es ayudar a la Policía a identificar a los infractores y proscritos de la ley. Sentí que mi respuesta convenció al policía, quien me dijo: «No te preocupes, seguiremos el asunto con atención, pero puede llevar algún tiempo ya que estamos en el periodo de vacaciones». Le dije: «No hay problema», y nos fuimos, confiando en la palabra de la Policía de la ciudad, que efectivamente fue al día siguiente, según supimos por el dueño de la tienda, y tomó las grabaciones de la cámara. Empecé a comprobarlo... Dos semanas después del incidente, la Policía nos llamó para decirnos que habían dado seguimiento a la denuncia, que habían revisado las grabaciones y que el robo era claro e inequívoco. Pero también dijo que actualmente es difícil localizar al ladrón porque parece ser de fuera de la ciudad, y la llamada terminó, lo que me generó muchas preguntas. ¿Realmente la Policía descubrió la identidad del ladrón? ¿Cómo supieron que era de fuera de la ciudad? Y si sí lo reconocieron, ¿por qué no nos hablaron de él ni hablaron con más detalle? ¿No puede comunicarse con la Policía de la ciudad en la que vive para hacerle responsable de sus acciones? ¿No estamos en un país grande y cohesionado, y se supone que todos los servicios policiales y de seguridad están afiliados al Ministerio de Interior o una agencia de seguridad? ¿Es posible que las normas aquí sean un mecanismo tan complejo, sobre todo porque si un robo como éste hubiera tenido lugar en Gaza, de donde yo vengo, habríamos alcanzado al ladrón antes de que llegara a la puerta de su casa? Pero me sorprendí nuevamente cuando uno de mis conocidos me dijo que la Policía controla su trabajo dentro de las gobernaciones a las que están afiliados, y no es un requisito que el control se realice dentro de todas las fronteras del Estado. Dejé el asunto para su desarrollo, que puede ocurrir con el tiempo...
Ramzi Albayrouti es un periodista palestino refugiado en León