Claudia Cendón de la Mata

Cuatro actividades para la mejora del bienestar psicológico

21/01/2024
 Actualizado a 27/01/2024
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Uno de los elementos fundamentales que forman parte de la terapia psicológica, es la realización de determinadas tareas y actividades que sirven de gran ayuda para poder alcanzar los objetivos marcados. Y un objetivo en el que la mayor parte de los pacientes suelen coincidir, es el de lograr la mejora de su bienestar psicológico y la disminución de sus pensamientos y sentimientos negativos. Para ello, existen multitud de actividades sencillas que, sumadas al resto de los componentes de la terapia, pueden contribuir en gran medida al logro de dicho objetivo. Y en las próximas líneas, voy a explicar en qué consisten cuatro de ellas. 

La primera de estas actividades, consiste en escribir una lista, lo más extensa posible, con todas las cosas buenas de nuestra vida que se nos ocurran. Esta lista puede incluir tanto elementos de gran importancia vital (familia, amigos, pareja, salud, trabajo, situación económica…), como elementos un poco más anecdóticos (experiencias agradables que hayamos vivido recientemente, recuerdos bonitos que tengamos, momentos placenteros, como cuando comemos nuestra comida favorita o realizamos las actividades que más nos gustan…). El objetivo es plasmar y poder ver de forma clara y sencilla todas las cosas buenas que hay en nuestra vida, ya que cuando nos encontramos en una situación de malestar y de pesimismo, nos cuesta mucho ser conscientes y valorar este tipo de cuestiones y solemos ver mucho más fácilmente lo negativo que lo positivo. Esta lista se puede ir ampliando poco a poco y debemos tenerla a mano para poder recurrir a ella siempre que sea necesario. En los momentos de malestar, recordar todas las cosas buenas que hay en nuestra vida, nos hará sentir mejor y hará que no pensemos solamente en las cosas malas que nos están ocasionando dicho malestar, sino que también pensemos en todo lo bueno, lo tengamos en cuenta y lo valoremos. 

Otra actividad que siempre me ha gustado mucho, es la carta de gratitud. Creo que puede ser tremendamente beneficioso expresar por escrito todas las cosas buenas que sentimos hacia una persona que es muy importante para nosotros. En muchos casos, en el día a día no solemos decir este tipo de cosas a las personas a las que queremos, por lo que considero que hacerlo por escrito en forma de carta, puede ser un ejercicio muy emocionante, a la par que gratificante y muy positivo, tanto para quien escribe la carta como para quien la recibe. Además de ser una forma de expresión emocional, también nos puede ayudar a darnos cuenta de lo bueno que es que tengamos a personas tan importantes para nosotros en nuestra vida. Por lo tanto, aquí el objetivo sería doble. Por un lado, plasmar por escrito todos los sentimientos positivos y la gratitud que sentimos hacia las personas que son importantes en nuestra vida y, por otro lado, ser aún más conscientes de lo afortunados que somos por poder contar con personas que nos hacen sentir esas emociones tan positivas y tan gratificantes. 

La siguiente actividad, realmente se trata de una variante de la actividad anterior, y yo la llamaría «carta de desahogo», ya que aquí el objetivo, además de expresar gratitud y sentimientos positivos hacia una persona, es también expresar cómo nos sentimos cuando hemos perdido a un ser querido. Considero que cuando esto sucede e iniciamos un proceso de duelo, puede ser muy beneficioso para nosotros desahogarnos por escrito y expresar todo lo que sentimos en ese momento. La tristeza ante la pérdida, lo importante que era para nosotros esa persona, el vacío que nos ha dejado y, sobre todo, todas las cosas que no le dijimos y que nos habría gustado poder decirle. También puede ser una buena idea que recordemos por escrito los buenos momentos que hemos vivido junto a esa persona. Esta puede ser una actividad enormemente terapéutica y que nos puede ocasionar una fuerte sensación de alivio en un momento muy duro de nuestra vida. Por lo tanto, además de los objetivos de la actividad anterior, aquí añadiríamos el objetivo del desahogo y del alivio del malestar ocasionado por la pérdida. 

Y finalmente, la última de estas cuatro actividades, consiste en proponernos unos determinados objetivos cada día y reforzarnos a nosotros mismos siempre que los cumplamos. Estos objetivos pueden ser comportamientos relacionados con nuestras metas (estudiar una determinada materia, dedicar un tiempo a hacer ejercicio…), o también pueden ser actitudes beneficiosas para nosotros mismos y para disminuir nuestro malestar (intentar afrontar los problemas del día a día de una forma más positiva, tratarnos mejor emocionalmente a nosotros mismos…). Aquí, el objetivo es premiarnos cuando hacemos las cosas bien y cuando nos comportamos de una manera que nos acerca a nuestras metas y que nos aleja de aquello que nos provoca malestar. Al final, tenemos que darnos cuenta de que podemos premiarnos (realizando actividades que nos resultan agradables o dándonos pequeños «caprichos»), cuidarnos y mimarnos todos los días, porque todos los días hay algo que hacemos bien. Esto nos ayudará a ser más amables con nosotros mismos, a tratarnos mejor y a mejorar nuestra autoestima y la concepción que tenemos sobre nosotros mismos.

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