Luis Tudanca lo ha dicho. Se queda en Castilla y León y rehúsa (?) acudir a Bruselas como, dicen, le ofreció el ‘amo’ Sánchez. Amor por la tierra, cuentan. O cuenta él. Que no es lo mismo. Al, por el momento, gallo autonómico de los socialistas castellanos y leoneses no le seduce el experimento de titular un acta de eurodiputado. Ni de coña. Podría suponer echar la trapa en el corto plazo. Cementerio de elefantes. En cualquiera de los casos, esa espada de Damocles, la de ‘gracias por los servicios prestados’, pende sobre su cabeza. Y lo sabe. Es lo que tiene la pérdida de crédito y, por lo tanto, el resultado inequívoco de la lucha de un gigante –eso se ha estado creyendo él– con débiles pies de barro sobre arenas movedizas. A Tudanca se le acabó la prórroga hace tiempo. A pesar, incluso, de las recientes fotos de atrezo en Salamanca, junto al polemista y bocón Óscar Puente y la jefa de la cartera de Igualdad (desigualada), Ana Redondo. La procesión la lleva por dentro. Y Cendón, el baranda del socialismo en León, podría certificarlo. Y lacrarlo al estilo vaticano. Que es lo más.
El conterráneo de El Cid afincado en Villaquilambre lleva una larga, espesa y pesada etapa de sobresaltos y punzadas. Desconoce –porque se ha hecho un lío con la madeja de su futuro- dónde acaba la etapa reina. Si en un alto y se despeña en el último giro antes de coronarla, o en un llano y se va a la cuneta por mor de un derrape. De momento circula en el pelotón de cabeza pero falta el esprint. Y ahí está la dificultad. Lo van a encerrar en el centro del ovillo y adiós muy buenas.
La habilidad, en definitiva una buena mano izquierda –y nunca mejor dicho, dado el caso– debe ser una virtud incontrovertible en un político. No importa el color. Y el que no la tiene lo lleva el diablo. Tudanca –sin escudriñar a mayores– sigue cometiendo errores. Y no de bulto precisamente. Hace unas fechas participaba de un cenáculo conspiratorio en tierras asturianas. El objetivo del premeditado ágape era nombrar el recambio de Sánchez, en medio del periodo de ‘reflexión’ que se había marcado el patrón del partido. ¡Alma de cántaro! Sánchez, como Zapatero, no hace prisioneros. Los ‘fusila’ antes del amanecer. Nunca da segundas oportunidades. Que Tudanca vaya preparando su propia jaculatoria.
Esta misma semana nuevo desencuentro socialista. Para la ocasión con el secretario provincial del PSOE en León, Javier Alfonso Cendón, quien le pide explicaciones por no haber presentado una Proposición no de Ley (PNL), en la que se instara a la Junta a que el 18 de abril sea festivo, en conmemoración de las primeras Cortes Leonesas. Repuesta en diferido. Y nuevo borrón. Más madera. Tudanca exhausto. Cendón, no. ¿Blanco y en botella?, cal viva.