Cuñadeces

La gestión del coronavirus del Gobierno está dejando bastante que desear y es evidente que absolutamente nadie puede estar completamente satisfecho con sus decisiones; se están cometiendo fallos que la ciudadanía está pagando y pagará caros. La postura de la oposición, más centrada en criticar que en aunar esfuerzos para salvar el mayor número de vidas posibles, tampoco es que esté siendo la más indicada, pero está claro que es al Gobierno a quien hay que exigir responsabilidades por el simple hecho ser la mayor autoridad ejecutiva. Independientemente de la ideología que tenga cada uno, considero que todos deberíamos reconocer que absolutamente nadie está preparado para una pandemia mundial y menos aún si la información que proviene del exterior está manipulada o solo se cuenta una pequeña parte de ella. Es innegable que la gestión no está siendo óptima, pero la tuya, adorado cuñado de bar, tampoco sería mejor.

En este mes y medio de confinamiento he escuchado y leído a numerosas personas dar opiniones distintas y contradictorias de un mismo hecho con tan solo unos minutos de diferencia. Se quejan de que el Gobierno declarara el estado de alarma, pero consideran que son unos asesinos por no haberlo hecho antes. Creen que la gente es una exagerada comprando papel higiénico en cantidades industriales, pero vuelven a casa con dos o tres paquetes, no sea que se queden sin ello. Llaman ‘irresponsables’ a quienes fueron a sus hogares antes del catorce de marzo, pero huyen en pleno confinamiento a sus segundas residencias porque se está mejor en un pueblo que en la ciudad. Dicen que es una tontería usar mascarillas, pero salen de casa pareciendo el inspector Gadget. Y de esas, muchas más. O menos. O ‘másmenos’, como dirían ellos. Querido cuñado de bar, ahora cuñado de tu casa: sabemos que eres médico, epidemiólogo, virólogo, economista, profesor, periodista, político y un sinfín de profesiones más, pero si ni siquiera eres capaz de dar una única opinión en un corto lapso de tiempo, permíteme que dude de tu valía para gestionar una pandemia mundial mejor que el Gobierno, pese a que ellos tampco lo estén haciendo para tirar cohetes.