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Declaración de guerra mundial

12/07/2022
 Actualizado a 12/07/2022
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El choteo de Putin y Rusia con Europa y EE UU se hace crónico. Desde Stalin y el engaño de Hitler a Chamberlain, siempre han tenido como denominador común la ingenuidad occidental, la permisividad y la boludez permitiendo invasiones, persecuciones étnicas, religiosas interesadas, castigando territorios indefensos con invasiones y atrocidades sin cuento y la defensa del territorio castigado con invasiones .

El objetivo ruso siempre ha sido las ansias de poseer extensiones, tierras y la idea de imperio, muy zarista la idea aunque sea revestida por el bolchevismo u otras inconfesables prácticas raras del poder. Putin y el poderoso zar Pedro el Grande reencarnado, o quizás el sangriento y temido Iván el Terrible, siempre tuvieron un objetivo común: arrasar las tierras, asolar las cosechas y terminar con los humanos que no compartían sus ideas.

Salvando las distancias y, aunque no es verdad que la historia no se repite jamás, lo cierto es que llama a la puerta de distintas maneras, y a nosotros, seres humanos privilegiados de esta época, se nos permite asistir a la película de hechos que en pasadas épocas sólo se leía o se conocía con meses de retraso o quizás nunca se sabía.

Nos toca soportar actualmente, cuando ya todo el mundo estaba cómodamente instalado en el disfrute de los placeres burgueses, adaptados a todos los niveles, el mantra de guerra mundial.

Unos y otros, con más o menos nivel de inconsciencia, como no hay antiparras para ver la realidad, se atiborran de reuniones, cenas, comidas, dietas y gastos sin cuento, bien tratados, como ejecutivos de multinacionales. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, surgen guerras de todo tipo, nivel, intensidad, en todos los continentes, salvo en Australia y en las zonas árticas, aunque como esto siga así veremos el desastre que origina la violencia interesada y mafiosa, así como la hecatombe ecológica y climática que se cierne, aunque a estos dirigentes del acuerdo a última hora en cenas, les pillará en vuelos a Marte, que es den lo que ahora están interesados. Por cierto, sería la mejor solución para disfrutar de un planeta limpio de depredadores.

Pero sigamos con la lógica. Los estrategas occidentales han estado pacatos, no ahora si no en el transcurso de las reuniones, de las conferencias de desarme, en las evoluciones y sesgos que tomaba la política rusa y, por cierto, la China que es el otro pivote que todo el mundo elude comentar.

Decíamos que el mundo occidental se debatía en los problemas de la conservación del medio ambiente, el cambio climático, la deslocalización de la industria, el aumento del paro en la zona acomodada…, y todo ello bien pensado por la estrategia oriental para que las industrias coloniales occidentales viajaran allende otras regiones donde el salario era de radiografía esquelética, los derechos de los trabajadores y empleados una caricatura, las prebendas de los Gobiernos aparentemente colonizados suculentas. Así han contemplado cómo este barullo estudiado les ha resultado bien a los estrategas porque incluso se han posicionado al lado de independentistas, populistas y demás observadores de la riqueza ajena. Ciertamente que con resultados positivos para su nueva estrategia para emplear, una vez más, el ‘sistema de queso gruyere’ para derribar la democracia en el planeta, aunque ciertamente está más amenazada por los propios que por los ajenos.

Prueba de ello es el aumento de la pobreza y los problemas de toda índole, la emigración salvaje y sin control, algo que ya no sorprende que es aumento de las grandes fortunas y la incorporación de otros que incluso hacen negocio con las enfermedades pandémicas.

Ahora el sátrapa ruso anuncia y amenaza en la televisión rusa que es la Tercera Guerra Mundial. No ha habido contestación por parte de los bruselianos y yanquis pero… ¿es que no saben que ya estamos quizás en la cuarta?

Esperemos que salgan mentes claras y con autoridad para reconducir un mundo que ha dejado el humanismo, los valores y la decencia a un lado para sumergirse en la adoración del becerro de oro, la ignorancia y la idiocia.
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