Comienza un mes primaveral, plagado de nuevos retos y con la ligera esperanza de que el frio irá disminuyendo. Sin embargo, me encanta este mes por una curiosidad que me ha enamorado más de León y por supuesto, de los orígenes que a través de la historia vamos descubriendo.
Seguro que todos sabéis que este 8 de marzo es el ‘Día Internacional de la mujer’ y, todo lo que esto implica, pero lo que pocos conocéis, y yo me incluía hasta hace poco, es que el origen de este día ha sido gracias a la querida reina Urraca I.
Se acuñó esta fecha por ella, porque fue la primera reina no consorte de la historia en la Edad Media, reinando sola desde 1114 hasta 1126. Por desgracia, el 8 de marzo de 1126, con 44 años, fallece Urraca en la villa de Saldaña por un parto complicado, aunque algunas fuentes afirman que no es seguro que esa fuera la causa de su muerte.
Por otro lado, lo que me llena de orgullo y admiración, es descubrir que en León surgió, lo que a mi entender, fue un movimiento de valentía, inteligencia y poder femenino, en una época dónde se maltrataba, denigraba e incluso se utilizaba como objeto a cualquier mujer.
Por esto, siento que todas las mujeres de este mundo somos Urraca, ya que en algún momento hemos sido víctimas del machismo o sexualizadas en cualquier parte del planeta, ya que no es cosa de un sólo territorio, sino de todos al completo.
Este mes, quiero brindar por aquella mujer que logró reinar sin miedo y luchar contra un «qué dirán», que aún en pleno siglo XXI, sigue esclavizando a muchas mujeres y niñas. También, me he dado cuenta de que no se habla de personajes como Urraca I, que son importantes en la historia, no solamente del feminismo, sino de la libertad de géneros. Existen muchas mujeres que nunca han salido a la luz o se han visibilizado muy poco, como para limpiar la imagen de machismo que sin querer se arrastra con el tiempo. Mujeres como Mary Wollstonecraft (escritora de los derechos femeninos), Alice Guy-Blaché (primera mujer cineasta), Helen Keller (sordociega oradora y activista de personas discapacitadas), Beatriz Bernal (primera novelista de la historia de España), Luisa Roldán (primera escultora reconocida de España) y muchas más, que han sido relevantes en la historia, pero casi ninguna valoradas por su género.
En conclusión, quiero resaltar la libertad de cualquier persona, ajena a su género, para ser como es y vivir sin pensar tanto en el resto, pero también, debemos normalizar que las mujeres existieron, existimos y existiremos. Por ello, merecemos dejar de tener que ser valientes por un sistema que nos oprime por el simple hecho de ser y no poder dejar de serlo.
Todos somos valiosos, sin distinción de raza, color, religión, orientación sexual o género.