El presidente socialista de Castilla-La Mancha (aquí sí que va el nombre sin conjunción copulativa para los ‘castellano-leoneses hablantes’) Emiliano García-Page, se ha despachado a gusto en una conversación con varios presidentes populares en la que vino a decir, entre otras lindezas, que «lo que ha hecho el PSOE es echar a todo Dios que se opone».
Ya he dicho en alguna ocasión que, en mi época como concejal de cultura del Ayuntamiento de León, coincidí en varios actos, comidas y cenas con el por entonces alcalde de Toledo García-Page y le guardo mucho cariño porque nunca le faltó una palabra amable y la voluntad de ayudarme en todo lo que estuviese en su mano con el ‘nudo gordiano’ que me encontré en la Red de Juderías y la situación de León en ella.
Con razón siempre terminábamos juntos pasando las sobremesas. Me parecía un tío íntegro de aquella y me lo sigue pareciendo ahora. Al menos cuando se ‘viene arriba’ y dice lo que nadie se atreve a decir en esa filial sanchista en la que se ha convertido el PSOE, porque bien es cierto que luego le puede el miedo escénico y termina matizando sus propias palabras.
Él sabe que su única salvación política es seguir ganando elecciones para que desde Ferraz no se atrevan a tocarle y la única manera de conseguirlo, paradójicamente, es enfrentarse al propio Ferraz. Aquí en León sucede algo muy similar con el alcalde de León, José Antonio Diez. Desde hace años sabe que no es bien visto entre los mandamases de su partido y no le ha quedado más remedio que ser molesto, bronco y hasta faltoso con las direcciones de su partido desde a nivel provincial como nacional.
La diputada socialista leonesa Andrea Fernández, aquella que se creía intocable cuando ocupaba la silla izquierda junto a Sánchez en la Federal Socialista y que se permitía el lujo de decir que «2 de cada 3 hombres en España pagamos por violar a una mujer», resulta que ha caído en desgracia y es que la política es así. Un día estás flamante comiendo junto al gran jefe de «jiji jaja», olvidándote de los problemas de tu provincia, creyéndote la heredera política de Kennedy, ocupando las primeras bancadas y haciendo putaditas a tus compañeros paisanos, y al día siguiente te dan el abrazo del oso, te quitan las credenciales y te vuelven a mandar al gallinero del Congreso de los diputados frente a esa viga, otrora compañera de escaño.
El caso es que ese movimiento de laminar a Fernández, lo ha sabido entender Diez como que su gran enemigo y jefe en la provincia, Javier Alfonso Cendón, está cogiendo un poder y unos galones que por un lado le jode y por el otro le preocupa. Finalmente, el pulso que Andrea le quiso echar a Cendón le salió rana y éste ahora se fuma un puro pensando en lo que su compañera quiso ser y no fue.
El alcalde de León ha respondido a ese movimiento atacando al ministro Puente y matando dos pájaros de un tiro con cosas que «nos ponen» a los leoneses. Se enfrenta a Sánchez mientras ataca a Valladolid al mismo tiempo. Un genio.