Al brujulear por los buscadores de internet en momentos ociosos, la gente se topa con cosas curiosas. Por ejemplo, ayer, sábado, se celebraba el Día Internacional del Director de Orquesta, fecha que reconoce «la labor de estos profesionales en el ámbito musical». Bien está. Pero en España, además de ello, la connotación tiene otros añadidos en el lenguaje coloquial. Por ejemplo: «¿Quién es ese?», se pregunta. Y el aludido responde, «¿ese?, el director de orquesta», que equivale a decir el que manda o toma decisiones. O, también, en jerigonza de barriada vieja, el baranda o el baró, que viene a ser lo mismo.
Al amparo de tal aseveración, en este país hay muchos ‘directores de orquesta’. Cierto que el ‘puto amo’, el más ‘poderoso’ –como aquel producto de limpieza doméstica bautizado con el nombre de ‘Ajax’ y que se publicitaba, precisamente, con ese adjetivo– es, por el momento, el ‘patrón’ Sánchez y sus circunstancias, si bien el calificativo puede extenderse en distintos tonos y a diferentes ‘líderes’, a nada que se hurgue por territorios, ayuntamientos y pedanías.
Al socaire de ello, entre la grey socialista de Castilla y León andan buscando a un nuevo ‘director de orquesta’. Un nuevo Von Karajan que coja la batuta y dirija, con aires renovados, violines, trompetas y trombones, y todo aquello que se le ponga por delante en el escenario autonómico. Desde luego es la aspiración última de cuantos manejan los hilos en la sede de Ferraz.
Javier Alfonso Cendón, el secretario provincial del PSOE en León, sabe que con Tudanca, en el puente de mando, el partido no va a ninguna parte. Y que no es alternativa a un Mañueco, que suele dejarlo en fuera de juego cada vez que se produce un debate en las Cortes de Valladolid. Y por si ello fuera poco, Cendón, que está bien amarrado en Madrid por su proximidad a Sánchez, no es ajeno, tampoco, a que Tudanca, en la calle, no dice nada. Pasa desapercibido. Y eso, en un político con altas responsabilidades (que las altas capacidades son otra cosa) supone una sentencia firme. Sin posterior recurso.
Y siguiendo con los ‘directores de orquesta’ –en este caso directoras–, no puede dejarse de lado a la jefa de los ‘populares’ leoneses, la impetuosa Ester Muñoz. Y desde su cargo como presidenta provincial y diputada nacional, debería templarse un poquito más cuando hace declaraciones que rozan la sensibilidad de quienes confían en el Partido Popular. No encaja que en un arranque de ‘valentía’ inútil, con la mirada al frente y la melena al viento haya dicho que quien vota al PP sabe que vota en contra de la autonomía leonesa. Muñoz debería tener más contención y menos vehemencia. Y ser más reflexiva cuando las circunstancias lo aconsejan. Le iría mejor a la ‘sucursal’ que pastorea.