El agua como problema

El agua es muy necesaria para el ser humano por causas a todas luces evidentes. Constituye actualmente un motivo de preocupación porque se administra mal, se conserva peor y no se tienen perspectivas de administración con visión de futuro.

Todo el mundo habla del agua y solamente se acuerdan de ella cuando la sequía castiga con insistencia, acordándose de los planes de reestructuración pendientes de ejecutar.

«Siembra vientos y recoge tempestades», apunta el dicho popular popula. Lo mismo sucede con el agua, ya que hay que estar preparados cuando asoman los momentos de vacas flacas. Se trabaja con la improvisación como lema, se hace todo deprisa y con parches, se resuelve el problema pero se aumenta en el futuro y lo más probable que surja la corrupción y la mala ejecución de los proyectos.

Un dato para reflexionar. El planeta dispone del 70 % de agua dulce que se encuentra entre glaciares, ríos, arroyos, manantiales, nieve , hielo, etc.

La inestabilidad del clima traducido en inundaciones, tormentas, etc. hace que se desperdicie agua y vaya al océano con la consiguiente desalinización del mar y su influencia en la evolución de las corrientes marinas. ¿No se puede hacer más para establecer la recogida del agua procedente de las lluvias torrenciales que siempre se traduce en catástrofes, pérdidas materiales y cantidades ingentes del preciado líquido?¿Dónde están los planes de construcción de estanques de tormentas, pantanos, balsas y cualquier elemento de almacenamiento para cuando amenaza la sequía?¿Quién aprueba los planes de urbanismo que no delimitan correctamente los emplazamientos de urbanizaciones en lugares inapropiados, tanto de costa como de cauces de los ríos?¿Se cuidan los mantos freáticos y se conservan sin contaminación?

The World Resorurces Institute informa que la escasez de agua afectará a más de la mitad del planeta hacia el año 2040, que está a la vuelta de la esquina, y apunta como causas principales, el rápido crecimiento de la población mundial, el cambio climático y el desperdicio.

Como apuntábamos anteriormente, al ser el agua un elemento esencial y abundante hasta la fech, no se le da la importancia que tiene aunque es necesaria y vital para la vida humana, de tal forma creemos que, como todo, se trata de un problema de educación ciudadana, comportamiento cívico y respeto por la Naturaleza. Todo lo demás son pamemas que se sacan de la manga los gestores del planeta para sus reuniones tibias y frívolas, sin adoptar remedios urgentes y eficientes. ¿Nadie se ha parado a pensar por qué les gusta mucho concluir las reuniones de madrugada y sin llegar a acuerdos y si lo hacen no sirven para nada, porque no los ejecutan y si acuerda, algo es en función de los beneficios que se desprenden de los negocios inmediatos que se deducen de las medidas adoptadas?

Pues, como dicen los mexicanos, ¡ándale ahí, cuaque! Porque no se pone coto al mal uso, desperdicio y uso abusivo. Cuando el elemento comienza a escasear o bien está contaminado, surgen los magos del dólar y lo arreglan cobrando por un bien que es patrimonio de todos, haciendo de sus facturas un nido de impuestos a los que incluso añaden las basuras, ecológicos y otros inventos que nada tienen que ver con el suministro del preciado elemento, que es más importantes para la salud y la vida que el líquido más caro de la Naturaleza.

A partir de estas premisas intuimos el gran negocio que se vislumbra con los pantanos, trasvases, acueductos, instalaciones de conducciones de aguas, regadíos y otras actuaciones que generalmente suelen hacer entidades que manejan muy bien el dinero de todos en beneficio de unos pocos.

Por eso una educación basada en saber lo que vale un euro y su empleo en beneficio de todos, repercute en abrir y cerrar los grifos con cuidado, cuidar los caudales de los ríos, regar con cuidado, limpiar las calles con ahorro del preciado líquido, almacenar para épocas de escasez, en definitiva, saber que si nos quedamos sin agua nuestro cuerpo, que está constituido por mayoría del líquido elemento terminaría eclosionando de forma brutal con sufrimientos de todo tipo.