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El burladero político

20/03/2021
 Actualizado a 20/03/2021
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Dicen que el centro es el espacio donde caen más palos en esto de la política. Y seguramente así sea porque al final, mantenerse firme y con los pies clavados en el suelo, es una suerte que exige bastante.

En los toros, donde también hay muchos mentirosos, dicen que los millones están en la mano izquierda, al natural, sin ayuda, pero para triunfar, también hay que pegar algún muletazo con la derecha, no muchos, pero los justos para hacer una faena equilibrada.

Mi hijo Dimas ha empezado a jugar al tenis, no es que mi familia venga de ninguna tradición tenística, quizá algún tío por parte de la madre en apuros, yo siempre fui más de frontón, un deporte mucho más divertido y en el que conocí grandes tipos como el gran Vicente de la Varga y Bayón. Ahora que Dimas está aprendiendo y que apenas sabe agarrar la raqueta, su profesor Joaquín, un gran motivador y con una paciencia envidiable, les enseña a golpear con la derecha y del revés. Y aunque son pequeños, incluso ahora ya se aprecia que el equilibrio es muy difícil y que siempre predomina una tendencia.

Ahora que estamos en los preludios del tiempo feliz y entrañable, les diré que en la iglesia de Santa Nonia, el verdadero museo de la Semana Santa, es la casa de las dos cofradías más populares y antiguas de la ciudad, los hay que son del Nazareno, los hay y las hay de Angustias y muchos son de las dos, y aún así, militando en las dos, siempre se tiende a decir, que hay una que predomina sobre la otra.

Ayer el nuevo candidato de Ciudadanos le dijo al gran Alsina, que se presentaba como cabeza de lista en la comunidad de Madrid, pero que no renunciaba a su acta en el congreso de los diputados.

En román paladino: que de momento se presenta, y dependiendo de si sale o no, decidirá.

Y por la tarde, la procuradora en cortes de Ciudadanos por Salamanca, movió el braserodándole emoción al fin de semana, abandonando el grupo político, pero sin dejar el acta. Otra que se va, pero que aguanta, vayamos a quedarnos sin cotizar.

El centro actual está destrozado, sin rumbo, y podemos decir que su desintegración va más deprisa que el CDS de Suárez.

Mañueco confía plenamente en la lealtad de Igea y en que la situación esté controlada. Es consciente de que si salva la moción, que todo apunta a que sí, aunque haya emociones y ánimos de última hora, tendrá que retocar el pacto, cambiar algunas cosas y por supuesto, no convocar elecciones.
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