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El comercio del clima

13/12/2022
 Actualizado a 13/12/2022
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Qué verdad es aquello de que «todo es verdad o mentira, según el cristal con que se mira».

La existencia del ser humano se debate a diario entre las noticias sobre el clima, el consumo, la salud y las maniobras políticas de todos los sesgos, incluidas las amenazas de misiles y baladronadas al estilo del Far West.

Los medios más afines a estas tesis son los encargados de presionar, insistir, repetir y tratar de sazonar las medias verdades según el altavoz que interese manejar en ese momento, con el color de turno que sea más agradable sobre todo a los intereses económicos de la mano que da de comer. No hay día ni afán que permita el descanso a los parroquianos que van a su trabajo y ya en la cabina de su auto se estrenan con las noticias matutinas, después las vespertinas y se va a dormir con el desasosiego de haber sido vapuleado por aquellos que disfrutan aconsejando las mismas cosas de cuidado, uso y disfrute con la única diferencia que ellos tienen bula en el consumo y contaminación, mientras los demás deben ser los que deben cuidar el ambiente.

Y si no comprobemos los mapas de contaminación que provocan los atascos de los vehículos terrestres, aéreos y marítimos de los mandamases que una vez elegidos por sus pueblos, se creen los tocados por la divinidad. Y es mejor ignorar el inmenso basurero espacial que circunda la Tierra con la cohetería de todos los aprendices a manejar las flotas de mercancías raras que vendrán de las tierras de los supermanes.

En la revista XL Semanal del diario ABC, en una entrevista del periodista Carlos Manuel Sánchez, de fecha 19-11-2022, realizada a Peter Frankopan, catedrático de Historia Global de Oxford, autor influyente en China y conocedor del mundo oriental, se desprenden varias observaciones que son muy interesantes sobre el futuro de Occidente.

A la pregunta del periodista sobre los cambios climáticos dice: «Lo fundamental para toda sociedad es la estabilidad. Y un clima inestable tiene un efecto demoledor. Afecta a las cosechas, trae enfermedades… Ya sucedió durante la anomalía climática medieval, un calentamiento que duró algo más de trescientos años, entre los siglos X y XIV». Y esto que a nada se preocupen la gentes de ver y comprobar, cómo todo se cifra en la Agencia 20/30, no llegan los acuerdos, se siguen realizando construcciones en costas, arroyos, ríos, barrancos, obedeciendo a movimientos especulativos, no se limpian desagües, se contaminan los ríos, las lagunas, las costas, los lugares de pesca y ésta se realiza de forma voraz y sin contención, creemos que lo que ocurre realmente es una falta de previsión y ganas de hacer algo hasta que la catástrofe climática sea de proporciones siderales porque el clima cambia cíclicamente y el ser humano es algo insignificante tanto para detener su cambio como para incidir sobre él, siendo todo manipulaciones económicas, comerciales y sentido del negocio ocasional de proporciones siderales con un autobombo para realizar cambios en el consumo que todavía no está debidamente conseguido y simplemente se trata de seguir consumiendo sin el freno adecuado, llevando a las generaciones a un postureo ecológico y de consecuencias nefastas en muchos casos.

A otra pregunta sobre un análisis del historiador Eduardo Manzano sobre la caída de Al-Andalus y las medidas tomadas por el califa de Córdoba con el fin de paliar la sequía y las hambrunas, para que lloviese y no perder la confianza de sus súbditos, Peter Frankopan contesta: …«El clima obliga a tomar decisiones geopolíticas. España, por ejemplo, vendió la Florida en 1819 porque era un lugar demasiado frío para el cultivo. Hoy atrae turismo por todo lo contrario. Y las proyecciones apuntan a que el 90 por ciento del planeta será zona endémica de malaria y dengue a finales de siglo. Hay que actuar ya». Y eso tarda en llegar porque todos están obnubilados con el coche eléctrico, las zonas urbanas de no contaminación y las pilas de combustible.

Y ante las preguntas sobre nuestros dirigentes mundiales y gentes con responsabilidad financiera y tecnológica dice… «¿Cómo le explicas a los menores de 30 años, desempleados o con trabajos de pena, que no van a comprarse una casa». …«Va a ser difícil porque el nivel de nuestros líderes es paupérrimo… No se les ocurre nada más que políticas negativas… Deberían preguntarse cuáles son los desafíos del siglo XXI y cómo preparar a las siguientes generaciones para afrontarlos».

Sobran los comentarios y más reflexiones porque el panorama que nos aguarda no es demasiado alentador con los mimbres que tenemos y que parece a día de hoy que no se vislumbra un cambio de regeneración en la política de gestión porque los personalismos y el cuidado del sillón son las máximas con los que acceden a los puestos políticos sin bagaje alguno, conocimientos y escrúpulos crecen exponencialmente.

Mientras que no prevalezca la verdad científica y sólo se use el interés comercial, sin medida ni control, el ser humano y sus actividades aparecerán como la causa principal de sus desventuras y sólo el pavoneo y la estulticia de los que nos gobiernan el planeta enmudece cuando un gigante de la naturaleza despierta de su letargo y se hace dueño de la atmósfera por encima de los gases que desprenden los pobres vertebrados que pastan en la superficie terrestre, mientras una inmensa carcajada silenciosa se hace eco de la ignorancia controlada de los que nos manipulan.
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