Donar órganos es salvar vidas

Una de lecciones más evidentes que nos dejó la pandemia es la importancia capital que tiene la salud y su marcado carácter colectivo. Aunque el bienestar empieza siempre por uno mismo, hay un claro componente social en el sanidad actual que va desde el mantenimiento de un sistema sanitario público y de calidad hasta la donación de órganos, sin olvidar otras cuestiones como la atención de las necesidades de los más mayores, los más pequeños o las personas vulnerables. En el caso de la donación de órganos, una vez más, el Hospital de León contabilizó ocho casos durante la primera mitad del año y en esta ocasión se quedacomo el tercero de la comunidad (igualado con el Clínico de Valladolid). Más allá de las cifras, lo importante es que ese acto altruista permite salvar la vida de otras personas con los órganos de aquellas personas que acaban de perderla. Aunque las negativas de las familias se han reducido, todavía hay campo para mejorar sobre la concienciación, algo que también ha tenido un gran peso durante la pandemia, en la que la sociedad ha visto cómo la salud de uno está estrechamente relacionada con la de los que nos rodean.